El Banco Pastor comunicó ayer a los representantes de los trabajadores que tiene previsto reducir en un 15% la plantilla de los servicios centrales que la entidad tiene enA Coruña. Los centros de trabajo del Cantón, donde está la sede central, y de Orillamar cuentan con 633 trabajadores.

Este sería el último ajuste de personal que realizaría el banco coruñés antes de fusionarse con el Popular. No se descartan nuevos recortes una vez que se haya producido la integración, aunque no serán de forma traumática, sino mediante jubilaciones y prejubilaciones.

El banco presidido por José María Arias va a ofrecer la prejubilación a todos aquellos empleados de la sede del Cantón que cumplieron 57 años antes del pasado 31 de diciembre. La medida afecta a un centenar de trabajadores, según calculan los sindicatos. Además, también va a ofrecer la jubilación anticipada a otras 25 personas de la red comercial del banco que a finales de 2011 tenían 60 años y no se habían podido jubilar parcialmente.

Dos de las condiciones que pone el banco son que la negociación se realice de forma individual con cada trabajador y que la entidad elegirá a los empleados a los que comunicará la prejubilación.

El anuncio se produjo ayer durante una reunión que los responsables de personal de ambas entidades mantuvieron en Madrid con los representantes de los trabajadores. El encuentro duró casi cuatro horas y el Banco Popular reiteró su intención de garantizar el empleo y de no presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). La próxima reunión se producirá el 31 de enero.

Desacuerdo

Los sindicatos no están de acuerdo con que la negociación con los empleados se realice de forma individual. "No nos gusta esa forma de pactar. Hay que fijar una serie de garantías. Hay que fijar una serie de condiciones mínimas para todos los trabajadores, pero nos dijeron que eso iba a ser imposible", aseguró Gladys Afonso, secretaria de la sección sindical de CIG en Banco Pastor. "Ellos dicen que su cultura es la de negociar de forma individual", insistió la sindicalista, quien añadió: "Hace muchos años que no se realizan prejubilaciones en el Pastor".

La puesta en marcha del programa de prejubilaciones, que será liderado y sufragado por el Banco Pastor y no por el Popular, no se producirá hasta finales de marzo, cuando está previsto que culmine la OPA del banco madrileño sobre el coruñés. En la reunión de ayer, los representantes del Popular insistieron en que garantizan el empleo, no van a presentar ningún ERE y todos los ajustes de personal que se puedan realizar en el futuro serán con medidas no traumáticas como las prejubilaciones y jubilaciones.

Los sindicatos solicitaron la firma de un protocolo de garantía de empleo y ambos bancos les comunicaron que en el proceso de fusión ya estaba prevista una medida similar, aunque los representantes de los trabajadores pidieron conocer su contenido en su integridad. En la cita del 31 de enero esperan tenerlo en sus manos.

El Banco Popular sigue entrevistando a todos los empleados del Banco Pastor. La plantilla que trabaja en Galicia, más de 2.000, ya ha terminado sus encuentros con las dos consultoras contratadas por el Popular y ahora quedan otros 1.800 que trabajan en el resto de España.

Los bancos de la zona euro depositaron ayer en el Banco Central Europeo (BCE) un total de 501.933 millones de euros, una cantidad que supone un nuevo máximo histórico como reflejo de la persistente desconfianza entre las entidades, que prefieren salvaguardar sus recursos en la hucha de la institución emisora antes que buscar mayores rendimientos mediante inversiones y la concesión de préstamos. La cifra, en el caso de España, daría para más de 3,3 millones de hipotecas, con un saldo medio de 150.000 euros por operación.

Los depósitos a un día de las entidades superan así los 493.272 millones de euros del anterior récord, establecido el pasado viernes, y sobrepasan por tercera jornada consecutiva los 489.190,7 millones recibidos por la banca en la histórica subasta a tres años celebrada por la entidad presidida por Mario Draghi el pasado 21 de diciembre.

Desde que tuvo lugar esta subasta, la media de los depósitos de las entidades europeas se ha disparado hasta los 448.825 millones de euros, una cifra muy superior a la habitual, ya que antes de esta operación era inferior a 200.000 millones.

El pasado 21 de diciembre, el BCE repartió entre 523 bancos europeos un total de 489.190,75 millones de euros con vencimiento a tres años con el objetivo de reactivar el flujo de crédito y despejar incertidumbres sobre el acceso a liquidez de las entidades europeas. Respecto a esta cuestión, el presidente del BCE defendió el pasado jueves que la megainyección de liquidez recibida por la banca europea evitó "una grave restricción del crédito en el sistema bancario" y rechazó que los bancos se hayan limitado a salvaguardar los fondos recibidos en la hucha del BCE, sino que "ese dinero está circulando".

La facilidad de depósito del BCE remunera el dinero depositado diariamente por los bancos de la eurozona al 0,25%, una rentabilidad muy inferior al 1% del precio oficial del dinero, lo que constata la escasa predisposición de los bancos a prestarse entre ellos al optar por la mayor seguridad del banco central en vez de buscar mayores rendimientos.

Los datos de la entidad presidida por Mario Draghi muestran que los bancos de la zona euro retiraron el lunes 1.640 millones de euros a través de la ventanilla de urgencia del BCE, que grava estos préstamos con un interés del 1,75%.