El sueño del autoconsumo y de la independencia de las grandes compañías eléctricas cada vez está más cerca en España, aunque los pasos que da el Gobierno no acaban de convencer al sector de las renovables. La suspensión de las primas para nuevas instalaciones de energías verdes decretada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy puede suponer la puntilla definitiva para el sector eólico en Galicia -donde peligra el concurso que aprobó la Xunta de Núñez Feijóo para la instalación de 2.325 megavatios (MW)- y en el resto del país. Por eso, algunos segmentos del sector exigen al nuevo ministro de Industria, José Manuel Soria, que, al menos, regule la opción del autoconsumo para impulsar energías como la minieólica o la fotovoltaica a través de la generación distribuida -la producción de energía cerca del lugar de consumo-.

"El autoconsumo podría ser una alternativa efectiva para la continuación de las renovables, pero todavía hay muchos flecos por desarrollar para que esta modalidad sea viable y hay que apoyar a estas tecnologías para que sean realmente rentables", asegura el presidente de la sección de Minieólica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), Javier Forte.

Los promotores aplauden los cambios normativos que se han llevado a cabo en los últimos meses encaminados a regular el autoconsumo -pese a que llegan con años de retraso-, pero exigen celeridad y claridad al nuevo Ministerio para que pueda convertirse cuanto antes en una "alternativa viable". "La gente desea que exista independencia de las grandes compañías; no entienden que haya un mercado libre de la energía y que no puedan independizarse, y eso es lo que aún tiene que regular el Gobierno" advierten.

Con el reglamento actual, los consumidores particulares ya pueden conectar sus generadores domésticos a la red, pero falta por saber cómo se van a retribuir esas instalaciones. "El objetivo final es democratizar la energía para que cualquiera pueda consumir y vender a la red. En ese momento empezaremos a jugar todos", señala el presidente de Aemga. Y en eso, según asegura el Gobierno, trabaja ya el regulador de la energía.

Regulación en curso

La meta parece estar cerca, pero el recorrido no ha estado exento de trabas. El pasado mes de noviembre, tras varios años de tramitación y numerosos retrasos, el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó en su último Consejo de Ministros el real decreto que regula la conexión a la red de las instalaciones de producción de energía de pequeña potencia -hasta 100 kilovatios (kW)-. El objetivo de esta norma era "simplificar la tramitación exigida para acelerar la entrada en el sistema eléctrico de instalaciones de pequeño tamaño" y, con ello, fomentar el autoconsumo. Este real decreto abre la puerta a que las empresas y los propios ciudadanos puedan generar -por ejemplo mediante paneles solares fotovoltaicos o pequeños aerogeneradores eólicos- la energía que necesitan consumir, sin tener que depender de forma obligatoria de las compañías eléctricas.

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ya cuenta con los borradores de las normas que desarrollan el decreto relativas a las condiciones administrativas para el autoconsumo y la facturación, que todavía tardarán meses en poder aplicarse. El nuevo reglamento deberá fijar el importe de los peajes del consumo diferido -los kilovatios (kW) excedentes- o el coste del balance neto -mecanismo que permitirá calcular la diferencia entre lo que cada pequeño generador consume del sistema eléctrico y el sobrante de su autoproducción que vuelca a la red general-.

El Ministerio de Industria ya anunció que con el real decreto ley 1/2012, que acaba de aprobar -en el que paraliza las primas a las renovables-, el modelo de generación distribuida "cobra cada vez mayor importancia". El departamento que dirige Soria sostiene que el procedimiento para desarrollar el conocido como balance neto de electricidad ya forma parte de la "regulación en curso" y se presenta como una "alternativa real para el desarrollo de instalaciones de pequeño tamaño a través del autoconsumo de energía".

Desde APPA, sin embargo, matizan que el borrador "no es todo lo bueno que debería" y exigen que se concreten, cuanto antes, los "flecos" que frenan la viabilidad del autoconsumo en España en la actualidad. "No hay paridad para comprar y vender al mismo precio porque a los consumidores que instalen sus generadores se les cobra peajes y tarifas de gestión si no consumen la energía en el momento, por lo que no se puede considerar un intercambio", puntualiza Javier Forte, quien sostiene que el autoconsumo "todavía no es una alternativa inmediata".

Los principales actores de los sectores de las energías renovables y la instalación en España crearon el pasado mes de enero la Plataforma para el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético con el objetivo de perfilar el borrador del balance neto y hacer llegar al Gobierno las posibles mejoras. Esta plataforma defiende que el sistema del balance neto es una "nueva modalidad de suministro que no supone coste para el sistema eléctrico", por lo que no generará déficit, el principal problema que trata de combatir Industria.