La propuesta de compra de bonos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que hoy someterá al consejo de gobierno de la institución, comprende adquisiciones ilimitadas de deuda gubernamental que se esterilizará -retirando liquidez del mercado- para calmar los temores respecto de la emisión de dinero y el riesgo de inflación, según explicaron dos funcionarios del banco central conocedores del plan.

En el marco del proyecto, que podría llamarse Transacciones Monetarias Directas, el BCE se abstendría de fijar un límite público a los rendimientos, según estas fuentes del organismo regulador. El plan se concentrará sólo en los bonos gubernamentales en lugar de en un espectro más amplio de activos y apuntará a vencimientos de corto plazo de hasta unos tres años, aclararon los funcionarios consultados.

Un portavoz del BCE hizo referencia a una declaración del 20 de agosto en la cual el Eurobanco, que tiene sede en Fráncfort, dijo que no era conveniente informar sobre decisiones que aún no se han tomado.

La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, cerró ayer por debajo de 500 puntos básicos, en 493, un nivel en el que no se situaba desde el pasado 23 de agosto. El mercado rebajó la tensión sobre los títulos soberanos españoles tras trascender la información del plan que hoy podría aprobar el consejo del Banco Central Europeo.

Draghi dijo esta semana en el Parlamento Europeo que el BCE tiene que intervenir en los mercados de bonos para recuperar el control de las tasas de interés en la economía fragmentada de la zona del euro y asegurar la supervivencia de la moneda común. Las autoridades comenzaron ayer a analizar el plan y Draghi anunciará hoy si se ha llegado a un acuerdo.

Las fuentes consultadas revelaron que es probable que las autoridades adopten la propuesta y que el Bundesbank alemán siga siendo el único que se oponga. Al mismo tiempo, una de las personas consultadas dijo que la relación de Draghi con el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, es fluida y que los dos hombres sólo difieren en la probabilidad de que se materialicen los riesgos inherentes al plan de bonos.

A los efectos de esterilizar las compras de bonos, el BCE eliminará de otras partes del sistema la misma cantidad de dinero que gaste, con lo que se garantizará que el programa tenga un impacto neutral en la masa monetaria.

Si bien el BCE estima que no tendrá que gastar grandes sumas de dinero en bonos, el plan de Draghi propone que no se fijen límites, dijeron las dos fuentes consultadas. El BCE tampoco tendrá categoría sénior en los bonos que compre, afirmaron, lo que no le daría la condición de acreedor prioritario en caso de impago. Esta renuncia contribuiría a reducir la prima de riesgo. Tampoco se fijarán públicamente objetivos de diferenciales de rendimiento, agregaron, ni metas en el plano interno y las intervenciones serán a discreción.

Draghi destacará hoy el carácter condicional del programa: es probable que el BCE deje de comprar los bonos de un gobierno que no cumpla con las condiciones que le imponga el fondo de rescate europeo -lo que es condición para que el BCE intervenga-, dijeron dos de las fuentes consultadas. Otra propuesta es que el BCE venda los bonos que ha comprado si un país no cumple, dijeron dos de los funcionarios. La intervención del Eurobanco requerirá una petición formal previa de los países. El Gobierno español reiteró en varias ocasiones que esperará a conocer las condiciones.

También hoy la canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá en Madrid con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el marco de un encuentro al más alto nivel entre las principales empresas y empresarios de ambos países.

Hoy mismo, el Tesoro Público español vuelve al mercado para captar entre 2.500 y 3.500 millones de euros en una subasta de bonos con vencimiento en los años 2014, 2015 y 2016.

El jefe del Estado francés, François Hollande, por su parte, se reunió ayer con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que volvió a reclamar la intervención del BCE para rebajar la presión sobre la deuda de los países más frágiles del euro. Hollande también pidió que se ponga en marcha "rápidamente" el pacto de crecimiento aprobado en junio por los líderes europeos. Van Rompuy elogió la "voluntad política" de los líderes europeos para superar la crisis y reconducir a sus países por "aguas más tranquilas".