El Gobierno no tiene intención de hacer ajustes en las pensiones. Al menos, de momento. Lo dijo ayer por segunda vez -la anterior fue en julio- el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante una comparecencia con la canciller alemana, Angela Merkel. "No tengo intención de cambiar el status quo de las pensiones en este momento", dijo Rajoy.

El presidente español aseguró que en su almuerzo con Merkel no se comprometió a acometer más reformas estructurales ni la dirigente alemana se lo había pedido. Merkel, durante su turno de intervención, corroboró este testimonio. A juicio de Rajoy, no sería propio entre socios que uno le impusiera decisiones a otro.

El jefe del ejecutivo avanzó, no obstante, el compromiso de su Gobierno en proseguir con la "reducción del déficit, las reformas estructurales y la reforma bancaria" y precisó que en octubre llegará a España la ayuda a la banca.

Rajoy no quiso anticipar si España pedirá ayuda a los mecanismos europeos de rescate para que el BCE intervenga en el mercado de deuda: "De momento, nuestra prioridad es crecer y crear empleo", afirmó, evasivo.

Poco después, durante la clausura de la cumbre empresarial hispanoalemana, Rajoy ligó los problemas de financiación del tesoro español con "las incertidumbres sobre la UE y el euro", por lo que reclamó "estrategias amplias para reforzar la arquitectura institucional común y fortalecer la integración, como se acordó el 28 y 29 de junio en el Consejo Europeo".

Rajoy pidió actuar en el ámbito fiscal (con la creación de una autoridad única y central), financiero ("más integración bancaria en Europa" y creación de un supervisor, un Fondo de Garantía de Depósitos y un fondo de liquidación), económico y político, con una mayor unidad de esta naturaleza.