El porvenir del euro quedó ayer visto para sentencia en la localidad alemana de Karlsruhe (al suroeste del país), sede del Tribunal Constitucional de Alemania. Sus magistrados se pronunciarán hoy sobre los recursos presentados por varias fuerzas políticas y secundados por miles de ciudadanos contra la participación germana en el nuevo fondo de rescate de la UE (el llamado MEDE) y contra el pacto fiscal europeo. Los firmantes de los recursos sostienen que el funcionamiento del MEDE, dotado con 500.000 millones de euros y del que Alemania es primer contribuyente, vulnera los principios democráticos y recorta la soberanía del Parlamento alemán.

Un fallo en contra podría provocar, según el consenso de los analistas, un cataclismo en los mercados financieros y multiplicaría los riesgos para la continuidad del euro. La paralización del MEDE dejaría a la zona monetaria sin su mayor instrumento para socorrer a los países en dificultades, toda vez que el actual fondo de rescate (FEEF) expira el próximo año y tiene un estrecho margen de maniobra, tras haber auxiliado a Grecia, Portugal e Irlanda. Del MEDE debe salir, por ejemplo, el préstamo de hasta 100.000 millones que Europa ha autorizado para rescatar y recapitalizar los bancos españoles.

Los recursos contra el MEDE y el pacto fiscal quedaron vistos para sentencia después de que los jueces de Karlsruhe. El recurso de urgencia presentado el viernes por el diputado bávaro Peter Gauweiler, pretendiendo un aplazamiento de la decisión tras el anuncio de la compra de deuda soberana por el Banco Central Europeo (BCE), no alteró el calendario marcado por el TC.

La postura Gauweiler, un euroescéptico que ha recurrido al TC contra prácticamente todas las decisiones del Parlamento respecto a medidas de política europea, podría considerarse individual, aunque también es cierto que una mayoría de ciudadanos alemanes (un 54 %, según los sondeos) son contrarios a la compra de masiva de deuda.

Junto a sus recursos están, además, los presentados por La Izquierda -único partido que voto en bloque en contra del MEDE y el pacto fiscal-, así como un colectivo denominado Más democracia, al que respaldan 37.000 firmas. Entre todos han formado una alianza contranatura.

Las tres demandas principales fueron presentadas minutos después de que el Bundestag y el Bundesrat (Cámara baja y alta) ratificaran la aportación alemana al MEDE y el pacto fiscal, el 29 de junio pasado y por amplia mayoría. Con ello dejaron en suspenso la firma de ambos paquetes por el presidente, el independiente Joachim Gauck, y la entrada en vigor del MEDE, que debía haberse activado el 1 de julio.

Alemania, la primera economía del euro y en consecuencia la primera contribuyente al rescate, se ha convertido así en el único miembro donde la autorización del MEDE sigue en suspenso. El gobierno de Merkel ha expresado reiteradamente su confianza en que el TC dará vía libre al acuerdo y la mayoría de los juristas constitucionalistas avalan este parecer. En otro caso, la zona euro deberá buscar con urgencia un plan B para pertrecharse ante la crisis de deuda soberana.