El ministro de Economía, Luis de Guindos, pidió ayer al Ecofin que cumpla el calendario pactado por los líderes europeos y apruebe antes de finales de año la norma que encomienda al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de la banca de la eurozona. Esta iniciativa resulta clave para España porque es la condición para que el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros aprobado en julio se convierta en recapitalización directa a la banca y por tanto deje de computar como deuda pública. Los líderes europeos se comprometieron a tenerla lista en enero de 2013.

"Las dificultades son importantes", admitió el ministro de Economía en rueda de prensa al término de la reunión. "Pero el objetivo tiene que ser por el momento ser ambiciosos y mantener los calendarios establecidos", señaló. España defiende que "se incluyan los 27 países" de la UE en el nuevo sistema de supervisión bancaria y que el control del BCE se extienda a todos los bancos y no únicamente a los de carácter sistémico para "evitar situaciones de segmentación y discriminación", dijo De Guindos.

Control sobre 6.000 bancos

Los ministros de Economía de los 27 debatieron por primera vez ayer la propuesta de la Comisión, que da poderes al BCE para controlar a los 6.000 bancos de la eurozona, imponer multas a los incumplidores e incluso retirarles la ficha bancaria. El objetivo es romper el vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano.

La discusión a puerta cerrada ha puesto de relieve las grandes diferencias entre los Estados miembros y la dificultad de cumplir el calendario, según fuentes europeas. Por un lado, el ministro alemán de Economía, Wolfgang Schäuble, reiteró que quiere limitar el poder del BCE a los grandes bancos y mantener bajo su órbita a la banca regional. Además, Alemania, secundada por otros países como Holanda, ve imposible que la recapitalización directa entre en vigor el 1 de enero de 2013 y prefiere que el proceso avance de forma lenta pero con más garantías.