El número de empresarios y familias de rentas altas que han tenido que afrontar un embargo o desahucio se incrementó en un 200% en el primer semestre del año, debido a la crisis económica que favoreció la disminución de la actividad empresarial y la pérdida de empleos, según la Asociación de afectados por embargos y subastas (Afes).

"Las familias de rentas más altas han podido resistir la pérdida de empleo de uno o más miembros de la familia durante algún tiempo gracias a su solvencia económica o venta de propiedades, pero el tiempo ha acabado agotando sus recursos y ahora encuentran problemas para seguir adelante", apostillan desde la asociación.

Otro de los colectivos más afectados, según Afes, fue la población inmigrante, que perdió antes su empleo afectada por "una situación de desarraigo". La organización apunta que también las ejecuciones hipotecarias se cebaron con los jóvenes españoles de entre 35 y 45 años, sin más propiedad que su primera vivienda y generalmente con niños pequeños. Por último, las ejecuciones siguieron con la figura del avalista, "una de las más perjudicadas por el azote de la mora hipotecaria".