Con la irremediable operación acordeón que el FROB prepara para inyectar los 5.400 millones a NCG, la vía que intentó paralizar con hasta dos peticiones expresas, la caja fundadora se agarra a lo poco que le queda para evitar su desaparición. Las palabras del ministro de Economía esta semana, cuando confirmó que el Estado tomaría el 100% del banco y que Novacaixagalicia "lo perderá todo". Que el Gobierno buscará "fórmulas" para garantizar las obras sociales. Y es lo que reclamó ayer el consejo de la caja. Palabras, las de Luis de Guindos, que ven "esperanzadoras".

Pese a que Novacaixagalicia está incómoda. No lo oculta. El día 13 remitió al FROB un comunicado en el que pedía que se descartarse "esa operación". Los actuales accionistas -la entidad con un 6,8%- asumen todas las pérdidas antes de sanearla y la valoración del banco en -3.000 millones les deja a cero. Una segunda reclamación al fondo que controlan el Banco de España y Economía ofrecía "distintas alternativas" de "un gabinete jurídico internacional especializado", sin "repercusión" para "el contribuyente europeo". Pero ninguna de las dos cartas tuvo respuesta.

Novacaixagalicia además va a notificar a la Xunta el comienzo de su conversión en fundación de interés especial. Lo que le dejará bajo el control de la Consellería de Facenda, una vez aprobada la ley que los populares gallegos preparan.

Ante la delicada situación generada, los empleados de la todavía caja acaban de elaborar un manifiesto contra "el espolio de Galicia y el desmantelamiento de la obra social". "Los trabajadores no vamos a consentir que lleven a término este atraco planificado desde hace tiempo. Y nos hacemos una pregunta: ¿a quién favorece todo esto?". La plantilla acusa a Xunta, Gobierno, FROB y Comisión Europea de "no frenar el expolio" y "abdicar de su obligación de actuar en defensa de Galicia".