El ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoció ayer que el producto interior bruto español (PIB) se contraerá este año entre un 1% y un 1,5%, de modo que la profundidad de la recesión puede triplicar las previsiones (-0,5%) que el Gobierno elaboró el pasado otoño y que revisará en los próximos días. En una entrevista a The Wall Street Journal, de Guindos asegura que en 2014 habrá un "ligero" crecimiento. El Ejecutivo tiene previsto presentar este viernes en el Consejo de Ministros una revisión de las previsiones oficiales de crecimiento y de déficit, así como un paquete de reformas. El ministro aseguró que no serán medidas de austeridad importantes.

Ayer se conocieron también los datos que la UE da por buenos sobre la cuentas públicas españolas. Las ayudas a la banca elevaron al déficit de 2012 hasta el 10,6% del PIB, la proporción más alta de toda la Unión Europea (UE). Si se excluyen las ayudas al sector financiero, el déficit hubiera cerrado el año en el 7%, seis décimas por encima de lo que había anunciado el Gobierno, según las cuentas que presentó la oficina estadística europea, Eurostat. Al déficit español tan sólo le aproxima el griego, que cerró el año en el 10%, y se situó muy lejos de la media europea que se quedó en el 3,7%.

España mostró la peor cara de la moneda, mientras que Alemania la mejor. La potencia germana cerró el año con un superávit del 0,2%. Aún excluyendo el rescate a la banca España hubiera sido incapaz de cumplir con los objetivos pactados con Bruselas para la reducción del déficit y que pedían situarlo este mismo año en el 6,3%.

En 2012, las intervenciones públicas para ayudar a la banca aumentaron el déficit en trece estados miembros. Aparte de España, el mayor incremento (4 puntos) se registró en Grecia. En contraste, en Irlanda los beneficios conseguidos con las ayudas a la banca -en forma de intereses o dividendos- redujeron su déficit en un punto.

Sin contar las ayudas a la banca -que se excluyen en el procedimiento sancionador por déficit excesivo, aunque pueden tener influencia sobre la posición del país ante los inversores-, el déficit de España se situó en el 6,98%, tras la corrección impuesta por Eurostat a finales de marzo a la cifra del 6,7% anunciada por el presidente Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la nación. Con la publicación de la cifra definitiva de déficit de 2012 se da el primer paso para que la Comisión decida si relaja a España el objetivo del 4,5% para este año y si le da hasta dos años más para llegar al umbral del 3%. El Ejecutivo comunitario debe verificar en primer lugar si España respetó el año pasado el compromiso de ajuste fiscal estructural.

La conclusión preliminar de Bruselas sobre el déficit español es que ese ajuste se ha cumplido y por ello el vicepresidente económico, Olli Rehn, no pidió nuevos recortes en 2013. La segunda condición se verificará el 3 de mayo, cuando la Comisión publique sus previsiones económicas de primavera y confirme que las perspectivas de crecimiento para España han empeorado. A partir de ese momento, el Ejecutivo comunitario podrá hacer su propuesta de prórroga para España. Se sabrá como muy tarde el 29 de mayo.

De todos los estados de la UE, España es, según la información de Eurostat, donde más rápidamente crece el nivel de deuda pública (6,8 puntos entre el tercer y el cuarto trimestre de 2012), hasta situarse en el 84,2% del PIB (883.873 millones), un dato que los mercados miran con lupa. Pese al rápido incremento, España continúa lejos aún de los países con un mayor endeudamiento, y tiene por delante de sí a otros ocho estados europeos. Grecia (156%), Italia (127%), Portugal (123,6%) e Irlanda (117,6%) encabezan esta clasificación.