Los autónomos y profesionales gallegos declaran al fisco una media de ingresos inferior a los 900 euros al mes, una cifra entre un 44% y un 63% inferior a los sueldos medios de los asalariados y pensionistas, que tributan por unas rentas medias de 1.592 euros mensuales.

El informe estadístico elaborado por la Agencia Tributaria sobre el último ejercicio fiscal cerrado -el de 2011, que se liquidó a lo largo de 2012- evidencia que los 29.092 profesionales o microempresarios que rinden cuentas con Hacienda a través del sistema de módulos o estimación objetiva (comercios, transportistas y bares y restaurantes, entre otros), declaran un rendimiento neto medio de 10.697 euros al año. Al mes y sin pagas extraordinarias, ingresaron según estos datos 891 euros, por debajo de lo que antes de la crisis se conocía como un mileurista.

Más llamativo es el dato de los autónomos que tributaron en 2011 por el sistema de estimación directa (112.685 gallegos), que declararon unos rendimientos netos medios de 7.032 euros al año y arrojan un promedio mensual de 586 euros. Si se permitiesen el lujo de cobrar dos pagas extra al año, apenas superarían el sueldo de un asalariado con un minijob.

Estas cifras contrastan con las declaraciones del IRPF de los 1.131.197 gallegos que trabajan por cuenta ajena o cobran pensiones obligadas a tributar, que perciben una media de 19.102 euros al año. Representan el 90% de las liquidaciones de IRPF contabilizadas por la Agencia Tributaria y aportaron 21.608 millones de euros netos a las arcas del Estado. La crisis ha pasado factura, tanto a los ingresos de los trabajadores como a los del fisco, pero curiosamente incrementó el número de contribuyentes al IRPF en 10.447 personas, un 0,9% más de los que había en el ejercicio 2010.

Los salarios y pensiones medias, sin embargo, se redujeron en 979 euros, al pasar de los 20.081 euros de media en 2010 a los 19.102 un año después, un descenso del 4,8%.

Frente al incremento de los contribuyentes al IRPF, Hacienda registró en 2011 un descenso de los autónomos que tributaron por sus rendimientos netos en el sistema de estimación directa, que pasaron de sumar 119.274 en 2010 a los 118.685 de 2011, un 0,49% menos. Sus ingresos medios se redujeron en una proporción muy superior, un 12,3%, de 8.021 euros a los poco más de 7.000 del último ejercicio contabilizado por la Agencia Tributaria. La cantidad que aportaron en conjunto disminuyó en un promedio similar, al pasar de los 957 millones de 2010 a los 834 de 2011 (-12,8%)

Hace dos años también disminuyeron -un 3,6%- los autónomos acogidos al sistema de módulos, que pasaron de 30.198 microempresarios a poco más de 29.000. Sus beneficios medios apenas se redujeron un 0,4%, aunque la aportación conjunta al sistema, de 311 millones fue un 4% inferior a la de un año atrás. Para cotizar en este régimen, la facturación de los autónomos no puede superar los 400.000 euros anuales y sus compras no deben rebasar los 300.000. Los módulos se establecen en función del tamaño del local, número de empleados, tamaño de la barra y número de mesas, en el caso de los bares. La suma de los módulos da una cantidad fija que los autónomos tienen que pagar al margen de sus ingresos, por lo que muchos evitan este régimen para poder declarar pérdidas.

El desfase entre los ingresos que declaran asalariados, microempresarios y autónomos ha existido siempre, pero en los últimos cinco años la brecha ha ido a más. La diferencia en 2006 era de 6.673 con los microempresarios y de 8.703 con los autónomos y profesionales.

Cuatro años después, en 2010, había aumentado a entre 9.342 y 12.060. Un ejercicio después, con la crisis segando las plantillas de las empresas y azotando sus resultados la brecha se agranda con los autónomos, hasta los 12.070 euros y se reduce -aunque ligeramente- con los que cotizan por el sistema de módulos, hasta los 8.405 euros. Desde los tiempos de bonanza, la brecha se ha agrandado nada más y nada menos que entre 1.700 y 3.300 euros.

Estos cálculos se basan en las cantidades medias, pero tanto entre los asalariados como entre los autónomos y profesionales, hay un amplio abanico de tramos de ingresos, que van desde los resultados negativos a los que ganan más de 601.000 euros anuales. En los tres grupos de contribuyentes, sin embargo, el grueso de la población gana al año entre 6.000 y 21.000 euros. En todo caso, la estadística evidencia llamativas diferencias.

El tramo que va de los 12.000 a los 21.000 euros netos agrupa al 27,7% de los asalariados y al 37,7% de los autónomos que cotizan por módulos. Entre los trabajadores por cuenta propia que cotizan por el sistema de estimación directa, el tramo de cotización con más contribuyentes se encuentra entre los 6.000 y los 12.000 euros (que son el 23,9%), seguido de cerca por el que va de los 1.500 a los 6.000 euros -por el que cotiza un 19,1%-. Son más de quienes aseguran ganar entre 12.000 y 21.000 euros (tan sólo un 18,6% de los autónomos).