El conflicto interno en Hornos Lamastelle va a más. La panificadora del Galega de Economía Social (GES), el grupo de empresas de la Confederación Galega de Minusválidos, despidió en las últimas semanas a tres trabajadoras de la tienda que tiene en Juan Flórez que se retractaron de las acusaciones que en meses pasados habían realizado contra el anterior equipo directivo de Lamastelle, despedido el pasado otoño.

Los dos últimos despidos se produjeron el jueves pasado, y Hornos Lamastelle alega en las cartas de despido que rescinde la relación laboral por motivos disciplinarios y lo atribuye a que las dos empleadas se retractaron ante la Inspección de Trabajo de una denuncia presentada ante ese mismo organismo el 31 de octubre con el argumento de que la habían firmado tras "haber sido coaccionadas por la empresa". Lamastelle califica esta afirmación de "radicalmente falsa" y la considera una "deslealtad tipificada como falta muy grave" en el convenio de centros especiales de empleo, como es Lamastelle, con la mayoría de su personal discapacitado.

Desde que GES despidió a mediados de octubre al que fuera durante la última década gerente de Hornos Lamastelle, José Ramón Dourado Lema, las relaciones entre la dirección y la plantilla de la firma que cada día envía 6.000 kilos de empanada a diversos puntos del planeta van de mal en peor.

GES relevó al gerente y a parte de su equipo y presentó una querella criminal contra Dourado por administración desleal y ocultación de información. GES alega que la anterior gerencia se llevó consigo información clave de los procesos de producción y de sus clientes y que montó otra empresa. Precisamente, amparados en ese argumento y con la idea de obtener pruebas, la nueva gerencia solicitó a varios de sus trabajadores que declarasen contra sus exjefes y firmasen escritos en los que se relataban presuntas irregularidades en gestión laboral y de prevención de riesgos, entre otras. Desde entonces se suceden las denuncias a la Inspección de Trabajo por coacciones y amenazas de despido a trabajadores que se negaron a firmar. También las rescisiones de contrato, que superan la decena.

La primera dependienta despedida es una exempleada de la tienda de Juan Flórez que denunció una agresión física del actual gerente de Hornos Lamastelle, además de insultos y amenazas que el directivo supuestamente profirió en medio de la tienda, en horario comercial y ante varios clientes.

Los hechos denunciados por la mujer se produjeron en la tarde del pasado día 2, cuando el alto cargo de la panificadora y una orientadora laboral se personaron en el local y, según la extrabajadora, el directivo le recriminó que la tienda estaba sucia con frases como: "No haces bien tu trabajo, eres una ladrona, no te mereces lo que estás cobrando", a lo que la exempleada le advirtió de que estaba mintiendo. El gerente supuestamente -y siempre según la versión de la extrabajadora- le agarró fuertemente por el brazo para conducirla al almacén, y continuar allí la discusión, lo que le ocasionó un hematoma con forma de tres dedos, según el parte de lesiones que le expidieron en la Casa del Mar al día siguiente. La mujer alega que fruto de esa tensión se derramó leche caliente en una mano, se quemó, sufrió una crisis de ansiedad y cayó al suelo por lo que fue asistida por una ambulancia. Al día siguiente fue despedida.

La empresa asegura que este relato de hechos es "absolutamente falso" y anuncia acciones legales contra la extrabajadora por difamaciones. Pese a que el parte de la ambulancia recoge una "crisis de ansiedad", en la carta de despido, Lamastelle dice que cuando el gerente acudió a la tienda a recriminarle su mala actitud en el trabajo, la mujer "tuvo una reacción desmesurada e intolerable", "se tiró al suelo y comenzó a pegar voces e insultar al gerente". Tres mujeres que se identifican como clientas firmaron un documento en el que afirman haber sido testigos de lo ocurrido y confirman la versión de la trabajadora, a quien califican de "ejemplar".