Los juicios que en las últimas dos semanas enfrentaron en A Coruña a una decena de empresarios gallegos con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y NCG Banco por la pérdida de los 70 millones que inyectaron en Novagalicia en 2012 desvelaron en sólo seis días muchas de las claves, ocultadas hasta ahora, que explican el triste destino de la entidad financiera resultante de las dos cajas gallegas -Caixa Galicia y Caixanova-, finalmente subastada. Los empresarios gallegos acudieron a la llamada del entonces presidente de Novagalicia, José María Castellano, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la confianza de que los 2.465 millones que NCG recibió en septiembre de 2011 tras convertirse en un banco eran suficientes para limpiar todo el lastre acumulado en los años de expansión de las cajas, especialmente en Caixa Galicia. El ajuste sin embargo empezó con la fusión, con 3.008 millones de saneamiento (el Banco de España impuso 2.090 millones por el deterioro de Caixa Galicia) y la reducción a la mitad del valor neto de los activos que sumaban las cajas, de más de 3.000 millones a 1.770. A continuación se detallan las fechas y hechos clave del proceso, según los documentos aportados a los pleitos:

EMayo-agosto de 2011. El primer decreto de saneamiento financiero aprobado a inicios de 2011 exigió a las entidades no cotizadas una ratio de capital principal del 10% que Novacaixagalicia no cumplía. La caja opta por bancarizarse y captar inversores para cubrir parte de sus necesidades de capital, de 2.600 millones de euros. La entidad prepara el Proyecto Sotomayor y empieza la búsqueda de fondos. Tras nombrar en junio a José María Castellano, presidente del futuro banco, elabora y distribuye otro dossier bajo el premonitorio título Novacaixagalicia, una oportunidad única de inversión en el sistema financiero español. Según el perito José Enrique Rovira, los dos documentos incluían información contable, financiera, operativa y de negocio de la entidad y reflejaban que estaba saneada y tenía futuro.

ESeptiembre de 2011. El Banco de España encarga una valoración de NCG que sitúa su valor de mercado en 181 millones y decide inyectar 2.465 millones para recapitalizarla y crear un banco en el que la caja gallega tiene un 7% del capital y el FROB el 93%. El regulador da un año a NCG para buscar accionistas y recomprar su participación antes de subastarla.

ENoviembre de 2011. Castellano y su número dos, César González-Bueno, defienden en público y ante los inversores que el banco está saneado y que invertir en él es una oportunidad porque cuenta con el aval del Estado. El banco gana 36,4 millones hasta septiembre.

E15 de diciembre de 2011. Cuando está a punto de producirse la entrada de inversores gallegos, el director financiero de Novagalicia, Enrique Tellado, dice en una reunión de la comisión de auditoría que acaba de terminar el plazo de un año desde la fusión que la normativa concede para revisar el valor de los activos recogidos en el asiento contable de la fusión. Alude a la posibilidad de un importante ajuste del patrimonio de NCG.

E16 de diciembre de 2011. 19 inversores, entre ellos José María Castellano y César González-Bueno, firman un compromiso con el FROB para inyectar 70 millones en NCG un mes después.

E11 de enero de 2012. César González-Bueno, expone su proyecto de presupuestos de 2012 al comité directivo del banco. En él reconoce la necesidad de hacer un ajuste (reducción) del patrimonio de unos 1.600 millones de euros. Alerta de importantes desviaciones en el presupuesto de 2011 en "márgenes, volúmenes y entradas en mora". Todo ello supone que la entidad entró en pérdidas en septiembre de 2011.

E12 de enero. Los empresarios ejecutan el compromiso de compra y depositan su inversión en Novagalicia. Ese día, según declaró el asesor jurídico de NCG, José Eduardo Álvarez-Naveiro, estaba previsto un consejo de administración y una comisión de auditoría de la entidad financiera gallega, que el banco pospuso para dar entrada a los inversores.

E16 de enero. El consejo de administración es informado de la necesidad de reducir el valor patrimonial de la fusión en unos 1.600 millones (finalmente fueron 1.127), lo que deriva en que NCG deja de cumplir la ratio de capital principal fijada por el último decreto sobre la banca, que había logrado en septiembre, que necesita 948 millones más y que cerrará 2011 con pérdidas de 187 millones. Castellano revela que su número dos sabe desde hace una semana que el Gobierno prepara un nuevo decreto que obligará a la banca española a provisionar el ladrillo con 50.000 millones más.

E17 de enero. La comisión de auditoría del banco debate cómo realizar el ajuste, dado que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) expresa sus dudas sobre la posibilidad de provisionar contra reservas. El presidente de la comisión de auditoría del banco gallego alerta de que, de hacerlo sobre resultados, las pérdidas serán mayores, lo que puede generar una retirada masiva de depósitos por parte de los clientes.

EFebrero de 2012. El banco debate con la CNMV cómo realizar el ajuste de su balance y el estado de sus cuentas, que sólo se conoce con la formulación de las mismas, el 31 de marzo de 2012. Los accionistas conocen la situación real del banco durante el mes de abril. El Gobierno promulga el llamado decreto Guindos I, que eleva las necesidades de capital de Novagalicia de 883 millones. La suma de ambos conceptos supone, según el auditor Rovira que el patrimonio del banco era a 31 de diciembre de 2011 de -800 millones de euros.

EMayo-junio de 2012. El Gobierno aprueba el segundo decreto de saneamiento de activos inmobiliarios, que dispara las necesidades de capital de NCG a 3.172 millones de euros, sólo para cubrir los requisitos de los decretos aprobados desde el inicio del año. Más otros 948 millones para recuperar la ratio de capital del 10%. La junta de accionistas de NCG Banco aprueba las cuentas del ejercicio anterior con 187 millones en pérdidas, mientras España avanza ya hacia el rescate europeo.