El valor generado por el negocio de la construcción en Galicia durante el pasado 2014 rondó los 4.900 millones de euros. De nuevo un ejercicio duro. "Nefasto", en palabras del presidente de su patronal, José Luis Campos. La aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad cayó otro 1,7%, hasta representar apenas el 9% de toda la economía, y con éste van seis descensos anuales que se llevaron por delante un tercio del sector -equivalente a más de 3.000 millones de euros-, desde el pinchazo de la burbuja. El recorte en el último trimestre es, sin embargo, el menor en lo que va de larga crisis, muy próximo al estancamiento de los agonizantes números rojos. Y los datos de desempleo empiezan a arrojar buenas noticias, con la mitad de toda la reducción de paro en la comunidad del mes de febrero.

¿Llega la recuperación que el ladrillo nota ya en muchos otros territorios? "Todavía no se puede hablar de repunte y hay que tener en cuenta que cualquier mejora viene en comparación con datos anteriores muy bajos -responde Campos-. Los números en otras comunidades son más alentadores. Pero sí creo que hemos tocado fondo y el sector podría empezar a crecer en el segundo semestre de 2015".

De momento, el conjunto de indicadores de edificación residencial siguen marcando mínimos históricos. Hasta noviembre, el aumento neto del parque de viviendas -la diferencia entre las que se levantan y las que se derriban- fue de 1.135. En todo 2013 llegó a las 1.399. Las certificaciones de fin de obra, algo más de 1.600, se desplomaron un 40%; otro 15% en el caso de las licencias municipales. Aunque en los visados de los arquitectos, que rozan los 2.600, la bajada es de solo el 0,4%.

"Los visados son, sin duda, el mejor termómetro, el más fiable, el que marcará un repunte. El cambio de tendencia llegará este año, siempre con el condicionante fundamental de que el crédito fluya", explica el máximo responsable de los constructores de Pontevedra y de la federación gallega. ¿Y el empleo? Campos advierte que la recuperación es "relativa" y está influenciada por "los factores estacionales". "Estamos en unos niveles muy bajos. Los datos oficiales de afiliados a la Seguridad Social lo confirman. En 2007, la construcción superaba los 145.000 cotizantes. Al cierre de enero de 2015 son 70.800. La mitad. Idéntica variación, según el sector, que en la desaparición de empresas. El 50%. Tanto la Federación Gallega de la Construcción como la que reúne a las empresas inmobiliarias (Fegein) coinciden en sus cálculos sobre el stock de vivienda vacía que arrastra la comunidad. Alrededor de 31.000 pisos, el 1,95% del parque de vivienda autonómico. A Coruña, con 13.800 y Pontevedra, con 10.200, copan el 75% del total. "En todas las provincias ha descendido", afirma Benito Iglesias, presidente de Fegein. "La mayoría -continúa- de la bolsa de los bancos".

Las inmobiliarias comparten también la perspectiva de 2015 como "un punto de inflexión". "A la espera de cómo vaya la coyuntura económica y política, todo apunta que los peores años fueron 2013 y 2014. Somos moderadamente optimistas. Y eso es mucho, porque en los dos últimos años no lo éramos", indica Iglesias.

La construcción civil se presenta como un balón de oxígeno por "el factor electoral", como destaca Campos. La licitación de obra pública creció un 54% en 2014. "Le afecta directamente, sí", confirma el presidente de la patronal del sector. "Aunque -matiza- no todo está adjudicado". Eso, y "la menor capacidad financiera de la que disponen ahora las administraciones", lleva a que el optimismo de los constructores respecto al apetito inversor de los organismos públicos ante tanta cita con las urnas sea contenido. "No se puede licitar si no tienes la partida consignada -subraya Campos- Y hay mucho trabajo de mantenimiento que no se está haciendo".