La inversión inmobiliaria volverá a crecer este año de forma ostensible y rebasará incluso los máximos históricos que se alcanzaron en 2007, cuando en pleno apogeo del sector se superaban los 10.000 millones de euros anuales. Solo en los primeros seis meses de 2015, la inversión inmobiliaria en España se situó en 8.434 millones, impulsada por la compraventa de Testa (filial de patrimonio de Sacyr), una cifra que duplica holgadamente la del mismo periodo de 2014 y supera la contabilizada en los últimos ocho años, según los cálculos de la consultora inmobiliaria CBRE.