Mientras el número de obras públicas iniciadas el pasado año en Galicia se incrementó en un 48%, la edificación de viviendas sigue sin recuperarse tras el estallido del boom del ladrillo. Según los datos de los constructores, durante 2014 solo se concedieron en Galicia 2.579 nuevos visados, es decir, la autorización del proyecto previa al inicio de la construcción. Son 10 menos que el año anterior, una variación mínima tras haber tocado fondo la construcción de pisos en la comunidad y que no da señales todavía de recuperación. El desplome en el número de viviendas construidas en Galicia ha sido espectacular. De las 19.000 viviendas que se visaban en 2008 se ha pasado a solo 2.579, la cifra más baja de los últimos siete años.Pero no solo se inician menos viviendas sino que se ralentiza el ritmo de construcción y baja el número de pisos terminados. De 3.188 inmuebles acabados en 2013 se ha pasado a solo 2.666 el pasado año, un 16%.

Otro indicador de la salud del ladrillo es el empleo. De los 134.000 trabajadores ocupados que había hace siete años, ahora quedan solo 67.200. Y, con este panorama, solo la obra pública sirve de colchón al sector. En 2014 el Gobierno central, la Xunta y la administración local pusieron en marcha 959 proyectos frente a los 647 del año anterior.