"Menos impuestos siempre es más empleo y mejor", dijo ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez en una réplica del discurso que poco antes había dado el presidente del Gobierno en Valencia al anunciar la reducción del tipo marginal mínimo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del 24% al 17% y el máximo, del 45% al 43% dentro de la presentación de su programa electoral.

"Ahora se puede", arguyó ayer Rajoy, que ahora hace suyas las tesis de quienes advirtieron de que subir tasas como el IVA no generaría un incremento de los ingresos tributarios sino todo lo contrario. La estadística les da la razón, al menos, en Galicia, donde la recaudación no ha empezado a crecer hasta que empezó a recuperarse el consumo. La comunidad autónoma ha visto reducidos los ingresos tributarios que tenía antes de que estallase la crisis un 11%. Y eso a pesar de las dos subidas aplicadas en 2010 (PSOE) y 2012 (PP) sobre el IVA, IRPF, Sociedades, Patrimonio y las tasas especiales, entre otros.

Entre enero y septiembre de 2015 Galicia obtuvo unos ingresos fiscales de 3.989 millones de euros, un 5% más que el año anterior, pero un 11,2% por debajo de los resultados obtenidos en los tres primeros trimestres de 2007 (4.494 millones), el año en que en Estados Unidos empezó a estallar el escándalo de las hipotecas subprime, sin impacto aún en España, que acabó de contagiarse con la quiebra de Lehman Brothers, doce meses después. Precisamente entre enero y septiembre de 2008, las arcas del Estado ya sufrían los efectos del cataclismo, con un retroceso de la recaudación del 8% en Galicia.

¿Qué es lo que más ha cambiado en los ingresos del Estado en la comunidad? El impuesto que más ha sufrido y da una idea del desastre económico provocado por la crisis es el de Sociedades, el que grava los beneficios de las empresas. En los nueve primeros meses de 2007 Galicia ingresaba por este concepto 1.063 millones de euros, un 24% del total de la recaudación. Ocho años después, esa cifra se ha reducido nada más y nada menos que un 56%, hasta los 461 millones de euros. Pero además el peso de esta tasa en el cómputo general de lo que el Fisco obtiene en Galicia asciende a sólo el 11,5%, ni la mitad que antes de la gran recesión. Y no sólo eso. En 2007, la recaudación en la provincia de A Coruña hasta septiembre era de 603 millones, mientras que en el centro recaudador de Vigo ascendía a 171 millones. Los ingresos coruñeses se redujeron a la mitad (47%), pero los vigueses cayeron un 74%, lo que da una idea no sólo de la reducción de los beneficios de las empresas sino de la cantidad de firmas que han desaparecido y dejado de aportar a las arcas del Estado, algunas tan grandes como Fadesa en A Coruña o Caixanova o la ahora mermada Pescanova, en Vigo.

Estas cifras se producen a pesar de las subidas de impuestos realizadas por el Gobierno de Rajoy, que eliminó la deducción por amortización a las grandes empresas, subió del 8% al 10% el importe de los pagos fraccionados (los anticipos que las compañías abonan en los meses de abril, octubre y diciembre de cada año, que luego se compensan en julio del ejercicio siguiente) y creó un gravamen especial del 5% para la actualización de balances de las empresas. El primer año de vigencia de estos cambios, 2012, el Estado obtuvo casi 6.000 millones más por la tasa de Sociedades.

El impuesto sobre la Renta, que grava las rentas del trabajo y el ahorro, es el que más aportó al Fisco entre enero y septiembre de este año, 1.837 millones de euros, el 46% del total. La recaudación por esta tasa se vio muy afectada por el incremento del desempleo, pero en comparación con 2007 sólo se redujo un 3%, desde los 1.888 millones que Hacienda obtenía aquí. La explicación está no sólo en la recuperación del empleo sino también en las subidas. Desde 2011 el Gobierno de Rajoy subió un 0,75% la retención a quienes ganaban hasta 17.707,20 euros al año y hasta un 7% a quienes superaban los 300.000 euros; aumentó las retenciones a las actividades profesionales -del 15% al 21%-, y las aplicadas a las ganancias patrimoniales generadas en menos de un año -hasta un 52%-. Antes, el Ejecutivo de Zapatero, creó dos nuevos tramos para quienes ingresaran entre 120.000 y 175.000 euros (44%) y para los de más de 175.000 euros, que se les aplicaría un 45%.

La reforma fiscal que el Gobierno presentó en 2014 y empezó a aplicarse a inicios de este año neutralizó las subidas de la etapa del PP y con el adelanto al pasado mes de julio la rebaja que el Gobierno preveía para 2016, el IRPF quedó en un nivel más bajo del que tenía cuando el Gobierno de Rajoy tomó posesión, pero no llega a compensar de todo el alza de la etapa Zapatero, algo que tal vez se pretenda con el anuncio de ayer.

El IVA, sin embargo, continúa sin ser rebajado, a pesar de que según los economistas es el menos progresivo de todos y por tanto, el más injusto. El Ejecutivo de Zapatero subió en 2010 un punto el tramo reducido (del 7% al 8%) y dos puntos en el tipo general (del 16 al 18%). Dos años después, el Gobierno de Rajoy subió el tipo general, del 18 al 21%, y el reducido, hasta el 10%. Además hubo algunos servicios, como las peluquerías, que modificaron su gravamen del reducido o superreducido al general y experimentaron alzas de hasta 13 puntos porcentuales. La OCU llegó a cifrar la pérdida de poder adquisitivo de las familias en una media de 760 euros al año.

La recaudación en Galicia por el IVA acumuló años de descensos. Entre enero y septiembre de 2014 el Estado obtenía en la comunidad un 3,3% menos (1.312 millones) por este concepto que en el mismo periodo de 2007 (1.357 millones), antes de las dos alzas. Este año, el tirón del consumo ha dejado notar esas modificaciones, con un incremento del 9,3% respecto a hace ocho años, hasta sumar 1.484 millones. La cifra creció además en octubre, hasta tocar los 1.800 millones en el acumulado anual.