El sindicato UGT-Galicia ha finalizado sin acuerdo el periodo de consultas para prorrogar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta a toda la plantilla de la federación autonómica, compuesta por 70 trabajadores, tal y como consta en la documentación oficial del proceso a la que ha tenido acceso este diario. Entre las medidas previstas por la dirección del sindicato está la reducción salarial de entre un 10 y un 22%, además de una fuerte contracción de los complementos de los que se benefician los trabajadores y que llegan hasta el 45%.

Una circular remitida este jueves por la secretaria de Organización y Área Interna de UGT-Galicia, Delia Irene Martínez, indica que la comisión representativa de personal "no negocia por encima del 15% lineal, no negocia la afectación de complementos y se cierra el periodo de consultas con desacuerdo". Tal y como reza el mismo documento, el sindicato ha formulado su propuesta "bajo las premisas de mantenimiento del empleo, cobertura de servicios y cumplimiento de los programas", razón por la que inició las negociaciones "por los procedimientos legales oportunos (modificación e inaplicación)" de dos ofertas distintas para rebajar el coste salarial en el sindicato.

La primera es una reducción lineal de salario vía ERTE del 22% y un 35% de complementos y antigüedad. La segunda, un 10% menos de salario y un 45% de recorte de complementos y antigüedad que, según la central sindical, "al no ser una parte vía ERTE reduce coste patronal y permitiría una mayor presencia en los centros". Según fuentes de la plantilla, los complementos hacen referencia, por ejemplo, a las distintas categorías que existen entre los trabajadores: abogados, trabajadores sociales o administrativos. "También hay una serie de gastos parcialmente cubiertos en esos complementos para comida y por kilometraje para desplazamientos", aclaran. Los representantes de los trabajadores no quisieron hacer una valoración sobre este proceso a preguntas de este diario.

Dificultades

Ya en diciembre UGT-Galicia, liderada por José Antonio Gómez, se vio obligada a retrasar el pago de las nóminas a sus trabajadores debido a un problema "puntual" de liquidez, aunque las dificultades económicas han propiciado otras medidas como las reducciones de jornada a algunos empleados. Además, la fusión de las federaciones de UGT -solo quedarán tres- hacen temer a los trabajadores que se produzcan despidos, sobre todo en aquellas de menor peso como la de Alimentación, que se integrará con la del Metal para crear la federación de industria.

Las centrales sindicales fueron muy críticas desde el principio con la reforma laboral elaborada por el Gobierno del PP pero finalmente también acabaron recurriendo a ella para afrontar sus problemas económicos por la caída de ingresos derivada de la difícil situación del mercado laboral. Por este motivo, también recibieron numerosos reproches de distintos organismos por su actuación.