Abanca ganó el año pasado 330 millones de euros gracias sobre todo a la mejora de los ingresos por prestación de servicios (seguros, fondos de inversión y activos fuera de balance), que se incrementaron un 8%, hasta los 171 millones de euros y al mantenimiento del margen comercial. El banco heredero de la fusión de las cajas gallegas consigue mejorar su fortaleza, situar su tasa de rentabilidad en un 8,7% y convertirse en una de las entidades españolas con una mayor solvencia, con 1.500 millones de capital de la máxima calidad por encima del mínimo regulatorio. Por eso, por su amplia liquidez y por su "robusta" estructura de gobierno corporativo, su vicepresidente, Juan Carlos Escotet, se ve con músculo y sobre todo con hambre para hacerse con alguna entidad.

"No descartamos alguna adquisición", dijo ayer en la rueda de prensa de resultados celebrada en Santiago. El máximo accionista de Abanca y del grupo venezolano Banesco se ve con "capacidad instalada suficiente" para que Abanca se abra a otros mercados que permitan mejorar eficiencia y rentabilidad y ya estudia "oportunidades" tanto en "la periferia" de Europa como en América, donde Escotet ve más posibilidades por las "complicaciones" que se están produciendo. La entidad ya pujó de hecho por Corporación Financiera Habana, en Cuba, donde Bankia tenía un 60% y llegó en la fase final de adjudicación, aún pendiente del Ejecutivo.

Sin créditos fiscales

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Los 330 millones de beneficio neto logrados por Abanca reducen un 71% la espectacular cifra de 2014, cuando el banco obtuvo unas ganancias de 1.157 millones, gracias a la aportación de 556 millones en créditos fiscales. En 2015, la entidad que preside Javier Etcheverría decidió no recurrir a ese instrumento que la Ley de Sociedades facilita a las empresas que han tenido pérdidas en el pasado para descontarse un porcentaje de esos números rojos en su factura fiscal cuando empiezan a generar beneficios.

Abanca tenía reconocidos 2.200 millones en esos créditos fiscales y en 2014 utilizó un 25% de esa cifra (556 millones) para ahorrarse el pago de impuestos e incrementar sus resultados. En el ejercicio que acaba de terminar, sin embargo, la entidad evitó recurrir a esa ventaja y abonó 18 millones en tasas. Escotet explicó que el plan de negocio del banco permite no hacer uso de ese instrumento pero no descartó volver a hacerlo en un futuro. El plazo legal para utilizarlos supera la década.

La cúpula de Abanca se felicitó ayer de haber obtenido un margen comercial positivo. El también llamado margen financiero o de intermediación es el que mide los ingresos de la actividad puramente bancaria y en el caso de Abanca se incrementó casi un 1% el año pasado -lo hizo de forma sostenida trimestre a trimestre-, hasta los 354 millones de euros, a pesar del descenso de los tipos de interés y el impacto de la retirada de las cláusulas suelo, que la entidad cifra en 120 millones "con los tipos de interés vigentes actualmente". El margen de intereses (la diferencia entre lo que el banco gana por comisiones y lo que invierte en remunerar depósitos) bajó de hecho un 24%, hasta los 421 millones de euros.

Los bajos tipos no impidieron sin embargo que Abanca incrementase la captación de recursos de los clientes un 5,3%, hasta los 33.394 millones de euros. El mayor crecimiento se produce en la contratación de seguros (35%), planes de pensiones y fondos de inversión, que avanzaron un 19%, hasta sumar a cierre de diciembre 4.276 millones de euros. La captación de depósitos minoristas creció algo menos, un 3,6% hasta los 29.118 millones, con lo que la cuota de mercado de Abanca en Galicia aumenta un punto porcentual respecto a 2014, hasta el 41%. La entidad, que tiene como principal objetivo el incremento de la financiación, otorgó 11.444 millones en nuevos préstamos durante el pasado ejercicio, un 52% más que en 2014 , con lo que su cartera crediticia "en situación normal" aumenta un 4,1% y la cuota de mercado avanza otro punto porcentual, hasta el 31%. Esta mejora de la cuota sirvió a Escotet para defender que el cliente tiene claro que su proyecto es a largo plazo, una idea en la que ayer volvió a insistir.

Líder en rentabilidad

La mejora de todas estas variables convierte a Abanca en una entidad líder en rentabilidad de su negocio con un ROE del 8,7%, casi cuatro puntos por encima de la media del sector (5%). Esta magnitud, que mide su eficiencia, significa que por cada 100 euros que invierte, genera otros 8,7.

La gestión del crédito -las nuevas operaciones superan un 4% las amortizaciones- permitió a Abanca reducir su morosidad un 28% y situar su tasa de mora (8,6%) por primera vez en seis años por debajo de la media del sector (10,5%). Su cartera de inmuebles adjudicados por impago supone ya sólo un 1% de su cartera y la cobertura de sus préstamos es de un 63%. El saldo de préstamos de dudoso cobro se redujo un 30%, a 2.695 millones.

El banco heredero de la fusión de las cajas, que recibió casi 9.000 millones de fondos públicos antes de ser privatizado, suma una posición de liquidez de 10.917 millones; cuenta con activos líquidos, monetizables, por valor de 6.647 millones y capacidad para emitir deuda por otros 4.271 millones.