La Agencia Tributaria ha impuesto una multa al expresidente del Gobierno José María Aznar de 70.403 euros por usar una sociedad instrumental para intentar ahorrarse el pago de la mitad de los impuestos que le correspondía pagar. Hacienda también le obligó a abonar una liquidación complementaria de 199.052,19 euros por diversas irregularidades fiscales cometidas en los ejercicios 2011 y 2012. La sanción llega después de que haya concluido una inspección abierta hace dos años.

El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, admitió que había mantenido una reunión con Aznar en su ministerio, pero no reveló si trató sobre la multa por irregularidad fiscal. En total, la inspección abierta al expresidente del Gobierno se habría saldado con el pago de 269.456,15 euros, tal y como recoge Ok diario, un extremo que Montoro no quiso confirmar alegando que él no puede hablar de las investigaciones de la Agencia Tributaria con nadie. Lo que sí subrayó es que Aznar no le reprochó nada y que únicamente habló con el de política.

Aznar y su esposa y exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, crearon en 2004 la compañía Famaztella (Familia Aznar Botella) con la que poder gestionar los ingresos que generaran sus libros o conferencias. La discrepancia está en que mediante este sistema el matrimonio abonaba sus impuestos con un tipo del 25%, a través del impuesto de sociedades, pero Hacienda determina que al tratarse de ingresos profesionales deben tributar a través del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), con un tipo marginal que ronda el 50%.

La investigación y la multa ha desatado las críticas de la oposición. El portavoz socialista en el Senado, Óscar López, aseguró, parafraseando al propio Aznar cuando compareció en la comisión parlamentaria que investigó los atentados del 11-M, que "quienes eludían su responsabilidad fiscal no estaban en montañas lejanas ni en desiertos remotos". También Ciudadanos advirtió al Gobierno de que deberá explicar la reunión entre Aznar y Montoro porque "genera sospechas". Mientras, Podemos reprochó que a un expresidente de España "se le tiene que exigir ejemplaridad".

Una polvareda política similar ha levantado el caso del ministro de Industria, José Manuel Soria. Su firma manuscrita aparece en un documento que le vincula con la sociedad UK Lines que corresponde al año 1990. El político canario había asegurado en un primer momento que no tenía nada que ver con esa compañía offshore que figura en las investigaciones de los llamados papeles de Panamá, la macrofiltración sobre miles de sociedades opacas cuya creación gestionó un despacho jurídico de Panamá.

Soria solicitó comparecer ante la Comisión de Industria del Congreso para dar explicaciones sobre su vinculación con los papeles de Panamá. Sin embargo, ayer declinó asistir para, en principio, dar información sobre temas como los problemas del sector metalúrgico o el almacén de gas natural Castor.

Mientras, el director del Departamento de Asuntos Monetarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), el español José Viñals, aseguró ayer que las filtraciones de los papeles de Panamá suponen un "caso paradigmático de la necesidad de transparencia" fiscal y financiera internacional, ya que muchas veces la "ilegalidad se esconde detrás de la opacidad".