La deuda del conjunto de las administraciones españolas marcó en el primer trimestre de este año un nuevo récord: 1,095 billones de euros, tanto como el 100,5% del producto interior bruto (PIB) del país. Es el resultado de nuevos avances en el endeudamiento del aparato estatal y de las comunidades autónomas.

El sector público español afronta las nuevas turbulencias que el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, vislumbra en los mercados financieros (por el Brexit y la ralentización del crecimiento mundial, principalmente) con un nivel de endeudamiento inédito en más de cien años. La deuda sólo había superado otra vez el tamaño del producto anual de la economía (en el primer trimestre de 2015, con el 100,2%), según datos del Banco de España, y en ningún otro momento del último siglo se había llegado a un volumen semejante, según una estadística histórica del FMI. El informe del organismo liderado por Christine Lagarde recoge que la deuda pública española superó o rozó el 100% del PIB entre los años 1900 y 1909, tuvo su nivel máximo (149% del PIB) en 1881, año en el que se empezó a contabilizar, y su mínimo en 1975 (7,3% del PIB).

Pero el endeudamiento público español casi se ha triplicado desde el inicio de la crisis (estaba en el 36,3% del PIB en 2007) y ha crecido en 31 puntos entre 2011 y 2016: desde el 69,5% que heredó el Gobierno de Mariano Rajoy del equipo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero al 100,5% actual.

El conjunto de la deuda creció en un año a un ritmo del 4%. En el caso de las autonomías esa velocidad ha sido del 10%.

El Gobierno en funciones mantiene que la deuda pública cerrará el año en el 99,1% del PIB, tal y como se refleja en el programa de estabilidad remitido a Bruselas, y cree que el repunte de marzo, según aseguró cuando se conoció el dato mensual el pasado 18 de mayo, se debe al volumen de deuda en circulación a principios de año.

Mientras, en EEUU el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha decidido mantener en su reunión de junio los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 0,25% y el 0,50%, donde se sitúan desde el pasado diciembre, y rebajó dos décimas sus previsiones de crecimiento del PIB para 2016, hasta el 2%, y una décima para 2017, también hasta el 2%.

Esta decisión coincide con lo esperado por mercados y analistas financieros, que apuntan a que será en julio cuando la economía estadounidense deba enfrentarse a una posibilidad real de endurecer su política monetaria. No obstante, el endurecimiento de la política monetaria de EEUU dependerá de los próximos datos macroeconómicos.

Influencia del 'Brexit'

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, reconoció que la potencial salida de Reino Unido de la UE tras el referéndum que se celebrará el próximo jueves ha sido "uno de los factores" que afectaron a la decisión de mantener los tipos de interés.

Hoy se verá cómo reaccionan los mercados tras la decisión del organismo estadounidense. En la jornada de ayer la Bolsa española rompió con cinco sesiones consecutivas de pérdidas en las que se dejó más del 8,6% y subió un 1,53%, por encima de los 8.200 puntos, animada por Inditex, la estabilización del mercado de deuda y el avance del sector financiero.

Con la prima de riesgo estable, en el entorno de los 156 puntos básicos, el Ibex-35 se anotó 124,10 puntos, un 1,53%, hasta los 8.250,80 puntos, con lo que las pérdidas acumuladas en 2016 se redujeron al 13,55%.