El presidente del grupo Banesco, Juan Carlos Escotet, sostiene que en el ADN de Abanca está ser "un banco cercano" y una muestra de ello es, según relató durante la presentación de la memoria de responsabilidad social corporativa, que es la única entidad financiera presente en casi un centenar de pequeños municipios gallegos. Además, dos oficinas móviles se desplazan de forma periódica a otros núcleos de población en los que carece de sucursales, con el fin de evitar "la exclusión financiera" de esas localidades.

Otra muestra de compromiso social tiene que ver con el problema de los desahucios, sobre el que el vicepresidente de Abanca resaltó que la entidad se adhirió "desde el primer momento" al código de buenas prácticas, lo que supuso la renegociación de "más de 10.000 hipotecas". Al mismo tiempo, promovió 53 alquileres sociales y cedió más de 300 viviendas a distintas administraciones para realojar a personas desahuciadas.

En el ámbito empresarial, Abanca destaca que el año pasado contribuyó, a través del programa A-Impulsa, a que 300 firmas en dificultades siguiesen con su actividad en Galicia, lo que supuso el mantenimiento de 5.000 empleos. El objetivo, sin embargo, remarcó Escotet, es ayudar a 500 empresas en dificultades y salvar 11.000 puestos de trabajo.

La entidad financiera también resalta su aportación directa al empleo en la comunidad, que cifra en casi 16.000 ocupados entre directos (3.730), indirectos (5.629) e inducidos (6.569). En total, Abanca tiene en plantilla 4.212 trabajadores, el 49,8% mujeres y el resto hombres. Escotet defendió las políticas de igualdad y aseguró que espera que en breve el empleo femenino en la entidad supere al masculino.