La seguridad por encima de todo. Los inversores españoles no quieren correr riesgos con su dinero y se han vuelto hacia los fondos de inversión que menos peligro conllevan. El volumen de activos de estos instrumentos financieros se situó al finalizar el pasado mes de julio en los 222.220 millones de euros, con un incremento del 1,1% respecto al mismo periodo del año pasado, 2.354 millones más, según los datos publicados por la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones Inverco. El volumen de activos del citado mes es el más elevado de la serie histórica, lo que confirma que, en vista de la nula remuneración que ofrecen actualmente los depósitos bancarios, los españoles tratan de buscar mayores rentabilidades en otro tipo de productos.

Los fondos de inversión comportan, obviamente, mayores peligros para el mantenimiento de la inversión que un depósito a plazo, pero no todos ellos tienen idéntico riesgo. De hecho, los inversores se están decantando por los que son más seguros. Los menos arriesgados son, así, los que experimentan en los siete primeros meses del año un incremento más acusado. La renta fija, que son las emisiones de deuda que realizan los estados y las empresas, acapara una cuarta parte del total invertido en fondos: 58.556 millones de euros.

Pese a que los tipos que pagan España y los países de su entorno están ahora en cifras mínimas, este producto elevó su volumen de activos un 6,9%, en concreto en 3.780 millones de euros. Los fondos garantizados subieron un 5,2%, lo que equivale a 1.160 millones más de un total de 23.502 millones. Por último, los de gestión pasiva, que replican o reproducen un índice bursátil o financiero, registraron en los primeros siete meses del ejercicio un incremento del 15,5%. Son 2.753 millones de euros más para un total de 20.461 millones.

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Por contra, la renta variable, en todas sus manifestaciones, sufrió la salida de inversores por el temor que provoca la volatilidad en los mercados. Aunque los fondos de inversión que se nutren exclusivamente de títulos nacionales solo representan 4.854 millones de los citados 222.220 millones de activos totales, en los siete primeros meses de 2016 acumulan un descenso del 16,3% respecto al mismo periodo del ejercicio pasado. O sea, 946 millones menos. La renta variable mixta, que incluye un máximo del 75% en ese tipo de acciones, cayó un 8,5% (1.808 millones) y la renta variable internacional bajó un 5,7% (1.123 millones). Por último, la renta fija mixta, con una exposición a renta variable inferior al 30%, se redujo un 4,6% (2.036 millones). Aún así, con 42.568 millones, es el segundo tipo de fondos de inversión más demandado por los españoles, según las estadísticas de Inverco.

Los fondos de gestión pasiva fueron los que en el acumulado del año registraron un volumen más elevado de suscripciones netas de capital invertido en los mismos, con 2.843 millones. A continuación figura la renta fija, con un saldo de 2.589 millones, y en tercer lugar los fondos garantizados (2.489). Por contra, la renta fija mixta fue la que tuvo un saldo negativo más alto, con 2.264 millones, seguida de la renta variable mixta (1.383).

Esta asociación también detalla la rentabilidad de cada uno de estos productos en el acumulado anual. Solo los fondos de renta fija (0,63%), los garantizados (0,13%) y los de retorno absoluto (0,02%) se situaron en terreno positivo. Todos los demás arrojaron pérdidas, en especial la renta variable nacional (-5,97%), la internacional (-1,83%) y la mixta (-1,21%). No obstante, en el mes julio los fondos monetarios, que no tienen exposición a la renta variable, fueron los únicos con rendimiento negativo. Por contra, la renta variable nacional obtuvo una rentabilidad del 5,53% y la internacional, del 3,70%. A este respecto, Inverco recuerda que los mercados mundiales retornaron en julio a los números verdes después de las "importantes correcciones experimentadas" en junio como consecuencia del referéndum por el que el Reino Unido abandonará la UE, el proceso conocido coloquialmente como Brexit.

Este escenario inversor en España tiene mucho que ver con la política monetaria del BCE, de tipos de interés cercanos a cero, que provoca que la rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios sean muy bajas y los ahorradores busquen rentabilidades mayores en otros productos.