La filosofía y los métodos de trabajo que se pueden ver en los profesionales de Pull&Bear son los mismos que caracterizan al buque insignia de Inditex, Zara. La prioridad: responder de forma inmediata a las demandas del cliente. Los trabajadores de las tiendas informan a los departamentos comerciales de la sede central de los gustos de los consumidores y los equipos de diseño y patronaje se ponen inmediatamente a trabajar para cubrir esas necesidades y tener cuanto antes en el punto de venta el producto deseado. De hecho, muchas prendas se reformulan o modifican para que sean más del agrado del cliente.

Para facilitar la labor de los diseñadores y aproximarse lo más posible a lo que será su presencia en tienda, la sede de Pull&Bear cuenta con un showroom en el que los empleados hacen pruebas de cómo quedarán las prendas, "perfilando lo que será la tienda". Porque el aspecto definitivo de los puntos de venta sale de la tienda piloto que la marca tiene en su central de Narón. Cuenta con una superficie de 850 metros cuadrados y su división, estructura y colocación de las prendas se replica, casi de forma idéntica, en todos los establecimientos del mundo. Para ello, los equipos de la central envían a los responsables de las tiendas fotos de los distintos apartados del establecimiento para que copien la colocación de las prendas.

Uno de los objetos más identificativos de las tiendas de Pull&Bear, diseñadas con un estilo California, es la furgoneta de Volkswagen, que suele estar en el centro del local. La enseña dependiente de Inditex introdujo este elemento decorativo en sus puntos de venta tras "meses" de intensa negociación con el grupo automovilístico alemán sobre los royalties. De la fabricación de estas maquetas metálicas de la mítica furgoneta se encargan proveedores gallegos, pero con la supervisión "al milímetro" de la propia Volkswagen. La producción de estas furgonetas ronda el centenar al año.