El Popular mantuvo ayer con los sindicatos la cuarta reunión del periodo de consultas para ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que prevé adelgazar su plantilla en 2.894 personas hasta el 30 de junio de 2017. La entidad ha dividido en cinco grupos los que inicialmente se verán afectados por el plan de ajuste aunque, al tener un plazo de adscripción voluntaria y con bajas acotadas en algunos casos, aplicará "otros criterios de afectación" hasta alcanzar ese tope de casi 2.900 personas. Las prejubilaciones, con las que el banco pretende absorber el grueso del ERE, tendrán un importe de entre el 65 y el 75% del salario anual pensionable. Se limitarán a los empleados que tengan 55 o más años. Los menos veteranos deberán abandonar las filas del Popular con una indemnización máxima de 30 días por año trabajado con un límite de 18 mensualidades, en el mejor de los casos.

La entidad sostiene que casi 1.700 trabajadores tienen más de 59 años, el grupo con unas condiciones económicas de salida más ventajosas. En su caso se le ofrece un 75% del salario neto, con la Seguridad Social a cargo del trabajador. Un segundo bloque se ha limitado a los empleados de 58 años, que percibirán el 70% del sueldo neto, también son las tasas a su cargo. Este grupo está limitado solo a 120 personas (poco más del 4% de los futuros afectados por el ERE).