Si el presidente de Ferroatlántica, Pedro Larrea, pretendía calmar los ánimos en la comarca de Fisterra y convencer a los casi 400 trabajadores de las fábricas de Cee y Dumbría de que la mejor opción es vender las siete centrales hidroeléctricas que la firma explota en los ríos Xallas y Grande, ayer no fue su día. Larrea se reunió con el comité de empresa del complejo industrial en Madrid para dar cuenta de las negociaciones para vender su división energética -que incluye los saltos de la comarca fisterrá-. Tras el encuentro, la firma hizo público un comunicado en el que promete estudiar un plan industrial para ampliar la capacidad de producción y ampliar estas factorías y la de Sabón. Ferroatlántica cifra en al menos 20 millones las inversiones a realizar en los tres centros de trabajo, a lo que añade: "podría promoverse una fábrica de producción de carbón vegetal que se utilizaría en el proceso de fabricación de silicio y dinamizaría el sector forestal gallego".

El directivo sí garantizó el empleo actual, de unos 400 puestos entre trabajadores fijos y eventuales, e incluso hacer indefinidos a los fijos discontinuos, que la plantilla cifra en 40 personas. "Es una tomadura de pelo. Ferroatlántica les garantiza empleo nueve meses al año pero luego casi lo trabajan entero; sólo los mandan al paro unos días para no hacerlos fijos", se quejó el portavoz del comité, Alfonso Mouzo, tras la reunión de ayer.

El comité de empresa advirtió que la compañía no garantiza esas inversiones que va a "estudiar" a pesar de que el comunicado menciona que se "materializarán". El único proyecto en Galicia que sí prometió ejecutar el máximo directivo es la fábrica de silicio solar en Arteixo, con un presupuesto de 42 millones, que según el comité de empresa está subvencionado en su mayor parte.

Esta factoría, que se espera genere 150 empleos entre puestos directos e indirectos, fue anunciada por el grupo el pasado 19 de septiembre -a seis días de las elecciones autonómicas, destaca el comité-, aunque en el comunicado que el miércoles hizo público Ferroatlántica condicionó esta inversión a la venta de las centrales hidráulicas de Dumbría y Cee

Tanto esa inversión como el plan de 20 millones adicionales en el que trabaja la compañía se financiaría con parte de lo obtenido por la venta de las doce centrales del grupo; dos de ellas en Francia y el resto, en España. Larrea dejó claro a la plantilla que su pretensión es aprovechar esta "oportunidad única" para avanzar "en el desarrollo de la empresa", aunque también que la operación está en negociación pero dista mucho de estar cerrada.

Los trabajadores darán cuenta del resultado de las conversaciones a la plantilla durante una asamblea que se celebrará hoy, aunque el comité anticipa su oposición a la venta de las centrales y a la segregación de la actividad energética y la industrial -ambas están vinculadas en la concesión que la Xunta dio a la firma para explotarlas-. Recuerdan que el grupo Villar Mir no invirtió nada desde que se hizo con el complejo, en 1992, y reiteran su petición al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para que les reciba y les explique si piensa cambiar esas concesiones para permitir la venta. Consideran que la operación es especulativa y que servirá para financiar inversiones en otras plantas del grupo (dos fábricas similares en Arteixo y Puertollano.

"La alternativa que nos dieron es que si no se venden, en los próximos cinco o diez años no habrá inversiones en las centrales ni creación de empleo, es como una amenaza -añade Mouzo-. Estas promesas de inversión no tienen credibilidad; hasta el presidente de la Xunta aseguró que las obras de las tres nuevas minicentrales que construye Ferroatlántica en el Xallas emplearían a 700 trabajadores y si hay 20 ya son muchos".