Hace tiempo, prácticamente desde que estalló la crisis, que los sindicatos y la gran industria reclaman una política efectiva para convertir el sector más productivo y con mejores sueldos de la economía española en el verdadero tractor del Producto Interior Bruto (PIB) nacional, sobre todo después de que el ladrillo desinflase su burbuja y desencadenase la llamada Gran Recesión. Ayer, por primera vez lo hicieron unidos.

Doce patronales españolas y los sindicatos CCOO y UGT firmaron la Declaración por la Industria en la sede del Consejo Económico y Social (CES) para pedir al Gobierno y a las Cortes la negociación de un pacto de Estado por la Industria.

La declaración exige el desarrollo de medidas y políticas de Estado que sean capaces de configurar una política industrial "sostenida" en el tiempo, con el objetivo marcado por la Unión Europea de que España incremente hasta el 20% el peso de este sector en el conjunto del PIB de cara al año 2020. "Esta declaración representa el inicio de una etapa política que se concreta en una realidad", dijo el secretario de la Federación de Industria de CCOO, Agustín Martín, quien también defendió que esta propuesta nace con el intento de crear puestos de trabajo. "Necesitamos recuperar la cultura industrial del país", añadió.

El secretario general de UGT-Fica (Federación de Industria, Construcción y Agroalimentaria), Pedro Luis Hojas, destacó la necesidad de que el sector industrial cuente con mayor peso dentro de la economía española en detrimento de otros sectores como el de servicios, el más amplio y con más personal -también con más parados-, y el que paga los salarios más bajos.

El empleo del sector industrial es "más estable" y cuenta con "más derechos", según el sindicalista, por lo que es necesario desarrollar, dijo, una "legislatura por la industria" que sea capaz de generar empleo de "calidad", ya que los países que han salido antes de la crisis son los que apostaron por el desarrollo de este sector como "base" de crecimiento.

El presidente de la Federación de la Industria Química Española (Feique), Antón Valero, aprovechó para demandar una política "adecuada" para el sector industrial, en un contexto en el que el cambio climático y la economía digital "van a cambiar" la sociedad, además de fomentar la industria como el empleo "estable". Valero cifró en 1,5 millones los empleos que crearía elevar el peso de la industria en el PIB hasta el 20%. El acuerdo también recoge nueve políticas para impulsar la competitividad industrial en materia energética, infraestructuras tanto logísticas como de transporte, políticas de I+D+I, financiación y potenciación del tejido industrial, entre otros.

Sindicatos y empresarios reclaman además una Secretaría de Estado de Industria que coordine todas las políticas -energética, de innovación o de internacionalización- necesarias para recuperar el peso de la industria en España. El documento fue respaldado por la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, donde se integran patronales del automóvil (Anfac), papel (Aspapel), operadores petrolíferos (AOP), química (Feique), alimentación y bebidas (FIAB), cemento (Oficemen), siderurgia (Unesid), el sector del metal (Confemetal), el de fabricantes de Equipos y Componentes para la automoción, (Sernauto), el textil (CIE), el de la moda (Moda España) y el del calzado (FICE).