La legislación española obliga a que todos los consumidores domésticos de electricidad dispongan de un contador inteligente telegestionado antes del próximo 31 de diciembre de 2018. A solo 25 meses de que se cumpla esa fecha límite, siete de cada diez usuarios de Galicia ya tienen instalado -a 1 de noviembre de este año- este dispositivo digital que facilita a las eléctricas el control a distancia del consumo de luz de los hogares. La comunidad gallega, sin embargo, está entre las autonomías con menor proporción de viviendas con los nuevos medidores, solo por encima de Cataluña (64,4%), Extremadura (64,8%), Andalucía (66,9%) y Murcia (68,2%), según los datos del Sistema de Información de Medidas Eléctricas (Simel) publicados por Red Eléctrica de España (REE).

Las comunidades con el proceso de instalación de los contadores inteligentes más avanzado son Cantabria, con el 96,6% del total, seguida de País Vasco (74,8%), La Rioja (73,7%) y Castilla y León (73,5%). El resto de autonomías está entre el 70% de Galicia y el 72,8% de Baleares.

Los datos publicados por REE revelan que la sustitución de los contadores analógicos por los digitales avanza en la comunidad gallega a un ritmo de dos puntos porcentuales del total de afectados por mes, por lo que a esa velocidad serían necesarios 15 meses para completar la implantación de los nuevos equipos en Galicia, lo que significaría acabar el proceso en febrero de 2018, diez meses antes de la fecha límite fijada por el Gobierno.

A 1 de agosto de este año tenía contadores inteligentes el 63,9% de los consumidores domésticos gallegos, un mes después el porcentaje era del 65,9%, a principios de octubre alcanzó el 68% y a 1 de noviembre llegó al 70%. En números redondos, este 70% equivale a que algo más de 1.250.000 clientes gallegos, de un total de 1.790.000 usuarios afectados por la normativa del Gobierno, ya cuentan con los nuevos equipos telegestionados.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destacó recientemente que los contadores inteligentes de la luz presentan ventajas para los clientes, pero pidió "una serie de mejoras" para que sean "más útiles". Entre ellas, la asociación considera que el usuario debe ser el titular de la información de su contador y tener acceso a la misma en tiempo real. Lo ideal, apunta la OCU, sería contar con una base de datos centralizada y accesible para entidades (no solo comercializadoras) autorizadas por el usuario.

La organización también considera que los consumidores deberían poder contratar potencias diferentes por tramos horarios, igual que hacen las empresas, o aprovechar, como ellas, la existencia de un maxímetro integrado en el contador. "Los nuevos aparatos exigen revisar y reformar las relaciones entre el consumidor, la distribuidora y la comercializadora ante las nuevas posibilidades que ofrecen", destacan los responsables de la OCU.

Entre las ventajas de los dispositivos inteligentes, según los expertos, están que los usuarios pueden acceder a su consumo hora a hora en el área de cliente de su distribuidora, la desaparición de las facturas estimadas y la reducción de las pérdidas del sistema.