Con un reparto minifundista de la propiedad, en los concellos más pequeños casi siete de cada diez habitantes ahorra en alimentación porque ellos mismos crían animales y cultivan tierras o, en su defecto, tienen familiares que lo hacen y les regalan parte de los productos que consumen. Lo hacen más de 222.000 personas que viven en municipios de menos de 10.000 habitantes. A mayor tamaño de la población de residencia, lógicamente, esta tasa de ahorro disminuye. En el último año se han dejado notar tres cosas: el éxodo del rural, los nuevos patrones de consumo y la sequía, que ha afectado también a los huertos destinados al autoconsumo.

Ahorro por el cultivo de distintos productos

El porcentaje de hogares gallegos que logró ahorrar gracias a los productos de su propia cosecha se redujo en más de tres puntos y cerró por primera vez por debajo del 45% del total. Donde más se notó fue en los municipios de entre 10.000 y 20.000 habitantes, aunque el impacto fue generalizado. Si en 2014 hubo más de medio millón de personas en la comunidad gallega que rebajaron la factura de la cesta de la compra gracias al autoconsumo, en 2015 la cifra cayó hasta las 470.500.