Abanca por fin ha puesto una cifra a lo que tendrá que pagar por las cláusulas suelo, declaradas nulas por el Trubunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el pasado mes de diciembre. La entidad heredera de las cajas gallegas calcula un coste máximo para sus arcas de 30 millones de euros si finalmente devuelve todo lo cobrado desde la formalización de los primeros contratos hasta 2013 -una sentencia del Supremo ya les obligó a devolver las cobradas a partir de entonces-.

El coste total sin embargo asciende a 200 millones, pero la entidad comprada por el grupo Banesco a finales de 2013 sólo asume un 15% de ese volumen, de acuerdo con el contrato que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ofreció a las entidades que participaron en la subasta del banco entonces nacionalizado. El Estado asume desde entonces el 85% del coste de las demandas por preferentes, cláusulas suelo y otros pleitos como el que enfrentó al banco con Aviva. Esa garantía consta en el contrato de compraventa de Banesco con el FROB, por el que el grupo propiedad de Juan Carlos Escotet se adjudicó la entidad nacionalizada por 1.003 millones de euros.

La entidad ha desvelado esta cifra en un hecho relevante que acaba de enviar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que requirió la información sobre el impacto de la sentencia y el Real Decreto-Ley 1/2017 que el Gobierno aprobado el viernes pasado para articular un sistema extrajudicial que permita la devolución de las cláusulas suelo.