Rodrigo Rato dejó su cargo como director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) solo dos días después de que el organismo le preguntara por su implicación con varias empresas consideradas opacas y que, ahora, un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil asegura que el exvicepresidente del Gobierno utilizó para cometer un presunto blanqueo de dinero. Así, diez años después, se despeja la incógnita de porqué el exministro dejó su cargo en el fondo. El dato está incluido dentro del informe que la UCO ha remitido al juez que investiga a Rato por presuntos delitos fiscales, corrupción entre particulares y blanqueo de capitales. La investigación también señala que durante su época como vicepresidente del Gobierno tenía al menos siete millones de euros en compañías opacas en el extranjero.

Rato presentó oficialmente su dimisión en el FMI el uno de noviembre de 2007, hace casi una década. Solo dos días antes, el 30 de octubre, la firma de auditoría PricewaterhouseCoopers, la encargada de velar porque se cumpliera la ley en el organismo, le remitió un correo electrónico pidiéndole explicaciones acerca de las inversiones realizadas por las empresas Red Rose, Vivaway y Kradonara 2001, ahora vinculadas con el exvicepresiente del Ejecutivo. La primera, según la investigación de la UCO, con una sede a caballo entre Irlanda y Panamá transfirió siete millones de euros entre 2001 y 2003 a otras compañías del grupo Rato. La segunda operaba desde Reino Unido, y la tercera tenía sede en la localidad gaditana de Sotogrande y administración gibraltareña.

El juez instructor del caso, Antonio Serrano-Arnal había encargado a la Unidad Central Operativa que investigara si, como apuntaban algunos indicios, Rodrigo Rato había blanqueado dinero y defraudado presuntamente a Hacienda. Tras dos años de indagaciones la unidad de élite de la Guardia Civil acaba de entregar en el juzgado de Instrucción número 31 de Madrid un informe de 321 páginas que incluye afirmaciones demoledoras contra el exministro de Economía.

"Patente voluntad" de ocultar

Según señala el documento existen "indicios racionales de criminalidad", además de "acciones asociadas a activos vinculados a las entidades del grupo Rato compatibles con una actividad de blanqueo de capitales". También constatan que existía todo un entramado societario, tanto nacional como internacionalmente, entorno al exdirector gerente del FMI. Y concluyen de forma contundente asegurando que hubo una "patente voluntad" por parte de Rato de "buscar la ocultación o encubrimiento del origen ilícito de sus ganancias", además de realizar movimientos en el exterior y en España que activaran un "procedimiento de blanqueo de capitales", según desvela El Mundo.

La investigación de la UCO también deja algunos datos curiosos. Por un lado, que el entramado de empresas que tenía montado Rato ya existía cuando este llegó al Gobierno de España allá por 1996, y que por esa época escondía tras varias sociedades opacas unos siete millones de euros. Y, por otro, señala que utilizó su correo electrónico en el FMI para realizar operaciones de blanqueo.

La UCO puso el ojo sobre varias operaciones realizadas por Rato y su familia, como una transferencia desde Red Rose a la compañía familiar Muinmo con el objetivo de amortizar un préstamo de 3,1 millones que esta última había recibido del banco HSBC, y que había sido destapada por una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre el caso Gescartera en 2001. También hay otro movimiento similar hacia otra de las empresas de Rato, Explotaciones Carabaña para cancelar otro crédito de 1,1 millones de Bankpyme. El informe resalta que algunos ingresos familiares podrían proceder de Cor Comunicaciones, una firma a la que Rato ofreció trabajos de publicidad cuando era viceministro, y sacó partido a su poder.