El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, afirmó ayer que el Gobierno "no va a tener margen" para rebajar el IRPF en 2018, y que aún quedarán entonces dos años para cumplir la promesa. "Las bajadas de impuestos se hacen al final de la legislatura. Tenemos que tener zanahorias para la negociación", sostuvo durante su intervención en el Foro Cinco Días.

Sobre la creación de la tasa para las bebidas azucaradas, una posibilidad que el Gobierno incluyó en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas por si se desviaba el déficit, Montoro apuntó que esta medida no se necesita "por ahora" y que "la creación de tasas es perturbadora".

Montoro descartó además dimitir por la sentencia del Tribunal Constitucional que tumba la amnistía fiscal diseñada por su departamento en 2012 y aprobada por el Gobierno. "No me voy a ir porque tengo trabajo. Uno no se va cuando quiere", concluyó.