Más de 500 clientes gallegos de la entidad financiera Abanca residentes en el extranjero -procedentes en su mayoría de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos- participaron ayer en la III Romería Internacional Abanca, celebrada en el monasterio de San Rosendo, de Celanova, un encuentro que se ha convertido ya en una "cita fundamental" entre los clientes del banco que viven en la diáspora.

El evento estuvo encabezado por el presidente de honor de la entidad financiera, Javier Etcheverría, su consejero delegado, Francisco Botas, y el presidente, Juan Carlos Escotet, quien se mostró "honrado" por participar en esta romería.

Escotet también agradeció la "confianza" depositada en el banco por "tantos amigos" residentes en otros países como México, Venezuela, Brasil, Suiza, Alemania o EEUU, y destacó la "visión a largo plazo" de Abanca, "que se traduce en realidades palpables como la concesión de crédito a empresas y familias y el mantenimiento de empleo de valor en Galicia".