Acudió para dar su punto de vista sobre el rescate bancario, la crisis financiera y la quiebra de las cajas de ahorro, pero su comparecencia ante la comisión de investigación del Congreso que analiza la deriva del sistema financiero se convirtió en casi una enmienda a la totalidad. El presidente de la Asociación de Inspectores del Banco de España, Pedro Luis Sánchez Ruiz, censuró la salida a Bolsa de Bankia, la labor del supervisor financiero en la crisis del sector y en las fusiones de las cajas, en la caída de Popular; la tendencia de la reestructuración financiera a concentrar el sector, las llamadas fusiones frías entre cajas de ahorro y hasta la nueva regulación europea de la banca que, advirtió, traerá un colapso todavía más grave del que derribó la mitad del sector español a partir de 2008.

Para Sánchez Ruiz, el desfase de la valoración que Deloitte hizo del Banco Popular -de entre -2.000 y -8.200 millones- es como poco una "grosería técnica". "Es como no decir nada. No tiene ningún sentido", añadió. "Si cualquier inspector, ante nuestros responsables decimos que en una cartera de crédito hemos encontrado un eventual deterioro de entre 200 y 300 millones, no vamos a quedar muy bien. Pero si digo que el eventual quebranto que he detectado variará en función del escenario entre 200 y 800, quizás es mejor que me dedique a otra cosa", detalló.

A preguntas de los diputados, el portavoz de los inspectores censuró que las entidades "tienden a superar todos los test de estrés salvo el de la realidad" y se preguntó si en esos estudios se analiza el riesgo de crédito que existe en el activo, que es el principal para determinar "la salud de una entidad". En esta línea Pedro Luis Sánchez advirtió del próximo colapso del sistema financiero europeo "peor que el sufrido" que causará el empeoramiento de la regulación. "No se está comprobando con todo rigor el cuadro contable, la conciliación contable, los datos de origen, los datos de balance, etcétera, desde hace casi ya tres años", dijo. Explicó que las sucesivas directivas regulatorias a partir de Basilea II estén "construyendo un entramado regulador y supervisor cuya complejidad se quiere confundir con rigor". Ante esto, los supervisores están "completamente sobrepasados por esta implantación de criterios" y también por tener que "competir" con equipos de centenares de ejecutivos, frente a pequeños grupos de inspección". "Esa es la realidad en la que vivimos y es nuestra obligación transmitírsela", afirmó ante los diputados.

Sánchez Ruiz apuntó por ejemplo que la normativa ha reducido los requisitos de capital en los modelos de riesgo de crédito, que son "diseñados" por las propias entidades y permiten alinear las exigencias de riesgo al perfil del banco y añadió que entidades finalmente quebradas, como Caja Madrid, Caixa Catalunya y Banco Popular, contaban con estos modelos internos. Los inspectores consideran que la regulación financiera y contable antes de la crisis, aun siendo "mejorable", era mejor que la actual y "más que suficiente para evitar tanto daño" como el causado tras el estallido de la burbuja financiera. Por ejemplo, haber utilizado "el amplio abanico de posibilidades que ofrecía la Ley sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito" o mantenido las provisiones contracíclicas que hubiera frenado la expansión crediticia. Confirmaron además la falta de control del Banco de España y la CNMV en la emisión de preferentes y la mala praxis bancaria

El presidente de los inspectores censuró la tendencia a la concentración del sector financiero, que ya en España considera "elevada". "Defender que las entidades, cuanto más grandes, mejor va contra el sentido. Si, además, defendemos fusiones transfronterizas, podemos llegar a tener un problema desde el punto de vista prudencial. Una entidad más grande son problemas más grandes", sentenció.

Dotaciones pintadas en Bankia

Sánchez Ruíz aseguró además que las provisiones con las que Bankia salió a Bolsa estaban "pintadas", ya que la cantidad de dotaciones para insolvencias de 6.913 millones con las que aseguraba contar en su folleto de salida a Bolsa eran "imposibles" de acumular en los meses previos. El técnico dejó claro que esta operación fue desaconsejada "encarecidamente" por el equipo de inspección de Banco de España y criticó que dentro del supervisor no hubiera dimisiones. "Incluso se produjeron promociones y ascensos a muchos de los implicados en supervisión", añadió.