La plantilla coruñesa de Leche Celta, cuya factoría está situada en el lugar de Andrade (Pontedeume), llegó a un acuerdo con la dirección de la empresa y firmó su primer convenio colectivo tras las seis jornadas de huelga protagonizadas por sus 170 trabajadores, unas movilizaciones que los sindicatos ya han desconvocado. El acuerdo tiene carácter retroactivo, con vigencia desde el 1 de enero de este año y hasta el 31 de diciembre de 2020. La parte social logró el incremento salarial planteado, ya que las nóminas se incrementarán un mínimo de 150 euros mensuales en las 15 pagas para todos los trabajadores.

Además de mejoras económicas, el texto recoge beneficios sociales como nuevas licencias retribuidas, ampliación de las existentes o la vigilancia de la salud de los operarios e incorpora nuevas pruebas médicas y una mayor periodicidad de las mismas, así como un nuevo sistema de promoción profesional abierto a todo los trabajadores.