El mercado gallego de la automoción se apoya cada vez más en el vehículo de ocasión, que gana terreno frente al estancamiento del coche nuevo. Acabados ya los planes PIVE, con los que el Gobierno subvencionaba la compra de vehículos nuevos de gasoil y gasolina a cambio del achatarramiento de otro antiguo, las marcas ajustan precios hasta dejar la rentabilidad estos turismos a la mitad que los de segunda mano. Según los cálculos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), el margen bruto del coche nuevo es del 4,2%, frente al 8,8% del usado.

De esta manera, para ganar 1.000 brutos el concesionario tiene que vender un coche de ocasión a 11.364 euros, mientras que para obtener el mismo beneficio económico con un vehículo recién salido de fábrica, el precio tiene que ascender a 23.809 euros. Una muestra de que las ventas de coches usados son, proporcionalmente, el doble de rentables que las de coches nuevos, por lo que concesionarios y establecimientos de compraventa ven cada vez más en el mercado de ocasión una oportunidad de negocio, con lo que le dan mayor protagonismo dentro de su oferta. En este sentido, el director general de Ganvam, Tomás Herrera, señala que las promociones de las firmas fabricantes "inciden mucho en la rentabilidad del vehículo nuevo", mientras que el mercado de segunda mano tiene "menos fluctuaciones".

Los datos de Ganvam revelan que a la hora de adquirir un vehículo, los gallegos se decantan por el de ocasión casi el doble de veces que los españoles, ya que en la comunidad se venden casi tres (2,9) coches usados por cada nuevo. La ratio en el conjunto del país es del 1,7, mientras que la comunidad de Madrid es la única en la que se invierte la tendencia y las ventas son más numerosas en el caso de los vehículos nuevos que en los usados, con una ratio de 0,7 (o lo que es lo mismo, 1,4 coches nuevos por cada usado). En el lado contrario aparecen los compradores de Ceuta y Melilla (con una ratio de 4,2) Extremadura (3,7) y Castilla la Mancha (3,1), los únicos que eligen el vehículo usado con mayor frecuencia que los gallegos. Herrera relaciona estas diferencias territoriales con los distintos grados de desarrollo del tejido empresarial y del sector turístico: "Las comunidades con mayor número de matriculaciones son las que tienen la ratio más baja; en estas autonomías las ventas a empresas y a rent a car son las que propician un mayor aumento del mercado de vehículos nuevos", señala el representante de Ganvam.

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Situación por provincias

Dentro de Galicia, el mayor peso del vehículo de ocasión se da en la provincia de Pontevedra, donde se cierran 3,3 ventas de coches de segunda mano por cada nueva matriculación. Le sigue Lugo, con una ratio de 3,1. A continuación, A Coruña (2,7) y Ourense (2,6).

El mercado de ocasión se alimenta en un 55% de vehículos de una antigüedad superior a diez años, según los estudios de la principal asociación de vendedores. Mientras, según los datos publicados por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), el único tramo de edad que experimentó una caída en sus entregas es el que va de los seis a los diez años de antigüedad, que bajó un 9,4%. De esta manera, la media de edad del mercado de ocasión se situó en los 11,2 años en octubre. El valor residual medio de los vehículos de ocasión ronda los 11.200 euros.

Los datos recogidos por Ganvam muestran también que las ventas de coches usados en Galicia en los diez primeros meses del año aumentaron un 13,7% respecto al mismo periodo del año anterior, llegando a las 101.613 unidades. Mientras, las transacciones de vehículos nuevos crecieron a un ritmo mucho más lento, el 2,55%, situándose en 34.766. En el conjunto de España, los repuntes fueron del 16,2% y 7,3%, respectivamente.

Dentro de Galicia hay diferencias significativas por provincias. Entre A Coruña y Pontevedra la distancia es más acentuada, mientras en Lugo y Ourense el crecimiento es muy parejo. En A Coruña el mercado de segunda mano se disparó un 14,4%, mientras que las ventas de coches nuevos sólo suben un 1,73%. En Pontevedra el alza en el mercado de ocasión es del 14,9% frente a un escueto 0,32% del nuevo. Mientras, Lugo registra el mayor aumento de las ventas de coches nuevos (un 8,79%), frente al 12,7% de los usados, y Ourense tiene balance levemente inferior en cuanto a primeras matriculaciones y siete puntos menos de incremento en los de segunda mano (5,5%).

"No cabe duda que la falta de un plan PIVE ha ralentizado las ventas de vehículos nuevos mientras que el mercado de vehículo de ocasión está más activo", asegura el director general de Ganvam, Tomás Herrera. Esta postura de la principal asociación de vendedores de coches contrasta con la percepción de la entidad que agrupa a los concesionarios de automoción, Faconauto: "Consideramos que el mercado está maduro y que está creciendo por su propia inercia, por lo que ya no se nota el efecto del final del PIVE", valora la organización.

El Gobierno puso fin al Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente el año pasado después de ocho ediciones subvencionando la compra de vehículos nuevos de gasoil y gasolina a cambio del achatarramiento de uno antiguo. El PIVE fue sustituido primero por el Movea y ahora por el Movalt (Plan de Apoyo a la Movilidad Alternativa), aprobado este mes, que sólo concede ayudas a los vehículos con energías limpias. El Estado prevé que incentive la adquisición de alrededor de 5.600 automóviles de gas, eléctricos, de pila de combustible y motocicletas eléctricas y que evite la emisión de unas 9.500 toneladas de CO2 a la atmósfera. Según el texto que regula el Movalt, publicado en el Boletín Oficial del Estado, las ayudas se moverán en una horquilla de entre los 500 euros, para los turismos de GLP o bifuel, y los 18.000 euros para los autobuses de gas natural o bifuel. Los turismos eléctricos de más de 72 kilómetros de autonomía recibirán un apoyo de 5.500 euros.

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el programa contará con un presupuesto de 20 millones. Sin embargo, aunque ya no tengan ayudas, los turismos con motor diésel o a gasolina siguen siendo mayoritarios, frente a los eléctricos e híbridos, que a día de hoy apenas copan el 5% del mercado.