La multinacional Ferroglobe -resultado de la fusión de la española Ferroatlántica y la estadounidense Globe- y las centrales sindicales UGT, CCOO, USO y Sindicato Unitario cerraron el pasado lunes un preacuerdo sobre el I Acuerdo Marco Ferroglobe España que concreta las condiciones económicas a trasladar a los distintos convenios colectivos de planta del grupo. El acuerdo previo -"a falta de definir los textos definitivos del pacto en cuestiones transversales (igualdad, formación, seguridad y salud, calendarios...)"- prevé incrementos salariales del 2% en 2018, del 2,2% en 2019 y del 2,3% en 2020, el último ejercicio de vigencia del acuerdo. A mayores, el texto redactado por las partes establece una regularización de los años 2016 y 2017 "vía compensación económica lineal consolidable" con un pago único de 800 euros en 2018, cantidad que se incrementa en 400 euros "en concepto de incentivo por firma del acuerdo", según explicaron los sindicatos firmantes. El pacto, a la espera de que sean redactados los documentos sobre materias transversales, deberá ser ratificado por los empleados de los centros de trabajo.

Precisamente, la plantilla de Ferroatlántica de A Costa da Morte (Cee, Dumbría y las centrales hidroeléctricas) ya ha mostrado su rechazo a la negociación estatal por entender que no es legítima. El comité de empresa alega que a la mesa de negociación fueron convocados integrantes de los sindicatos con representación en Ferroglobe, pero no los comités de empresa de cada planta, pese a que actualmente todas las fábricas cuentan con un convenio colectivo propio. Por este motivo, los representantes de la plantilla de A Costa da Morte anuncian que impugnarán el acuerdo marco por "usurpar" las funciones de los comités de empresa.

"Los sindicatos no pueden negociar en nuestro nombre, es algo que le corresponde a los representantes legales de los trabajadores", sentencia el portavoz del comité de empresa de Cee-Dumbría-Centrais Hidroeléctricas, Alfonso Mouzo, que avanza que los empleados seguirán concentrándose todos los miércoles en contra del acuerdo marco y que analizarán en asamblea nuevas medidas de presión a adoptar.

Los sindicatos firmantes del preacuerdo, por su parte, defienden su legitimidad para negociar con la empresa y consideran el pacto alcanzado "muy positivo" porque permite "desbloquear la negociación colectiva después de dos años sin alcanzar acuerdos en los convenios colectivos de planta iniciándose además la homogeneización de las condiciones económicas y laborales de los trabajadores del grupo".

Las centrales sindicales favorables a la negociación con la empresa -únicamente la CIG renunció a participar en la mesa convocada por Ferroglobe- muestran además su "satisfacción" porque el preacuerdo supone que los trabajadores españoles del grupo "aumenten su poder adquisitivo para el periodo de vigencia del acuerdo a la par que se consigue la homogeneización de los salarios vía incrementos lineales directos a las tablas salariales".

Fuentes de UGT en Galicia sostienen que el pacto previo alcanzado "no coarta la negociación colectiva de los convenios colectivos de planta". "El que no quiera puede descolgarse. Se puede renunciar al acuerdo marco [subidas salariales y otras mejoras previstas] y negociar todo de cero punto por punto", aclara un representante del sindicato.