La Comisión Europea instó ayer a España mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar, elevar la oferta de servicios públicos para menores de tres años y asegurar el acceso de las mujeres a todos los niveles de educación para reducir la brecha de género de las pensiones. Bruselas destaca en un informe que las mujeres tienen más probabilidad de caer en la pobreza o exclusión social cuando se jubilan porque arrastran la brecha de ingresos acumulada durante su vida laboral y tienen un menor acceso a las pensiones, que además son un 33,8% más bajas para el grupo de edad entre 65 y 79 años.

En consecuencia, la tasa de riesgo de pobreza para mujeres de más de 65 años es mayor que la de hombres (un 13,2% para ellas frente al 12,7% de ellos), a pesar de que entre 2008 y 2016 se redujo en mayor medida entre las mujeres. También ha disminuido la brecha de pobreza relativa, pero la intensidad de pobreza para mujeres es del 17,1%, frente al 11,9% para hombres.