La recaudación de la Agencia Tributaria en Galicia alcanzó el año pasado un nuevo récord al superar los 6.668 millones de euros, un 1,1% más que un año antes, cuando los ingresos del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda en la comunidad se quedaron en 6.597 millones. La clave de este máximo está en la lenta pero constante recuperación económica, lo que favoreció que la mayoría de figuras impositivas que van a parar a las arcas públicas estatales estén en niveles récord o cerca de ellos en cuanto al montante alcanzado en territorio gallego. La más importante por cuantía (aporta el 40% de la recaudación) es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), con casi 2.689 millones generados, la cifra más alta desde 2007 (antes de la crisis), el anterior récord. Pero es que los ingresos de otros impuestos, como los especiales o los de los no residentes, también están en máximos de estos más de 10 años de los que hay datos y los de IVA o tráfico exterior están cerca de alcanzar niveles no vistos desde el inicio de las dificultades económicas.

La evolución de la recaudación en Galicia de los principales tributos el pasado ejercicio es la siguiente:

IRPF. La Agencia Tributaria ingresó el año pasado en la comunidad gallega 170 millones más por el impuesto que grava las rentas del trabajo que en 2016 al rozar esos 2.689 millones, frente a los 2.518 de un año antes, lo que supone un incremento cercano al 7%. La creación de empleo -aunque precario, temporal y a tiempo parcial, según los sindicatos- favorece este repunte de la recaudación por IRPF, que supera en siete millones el anterior máximo en Galicia, de 2.661 millones en el año 2007, justo antes del inicio de la crisis económica y del paso por la doble recesión.

Impuestos especiales. Las arcas públicas obtuvieron en territorio gallego más de 118 millones en 2017 de impuestos relacionados con las bebidas alcohólicas, el tabaco, los hidrocarburos o la electricidad, una cifra que también es récord desde 2007. Esta subida, del 31% respecto al ejercicio anterior, estuvo condicionada por el alza de tipos aprobada en diciembre de 2016 tanto para las bebidas alcohólicas como para el tabaco. De hecho, Galicia recaudó el año pasado más del doble en impuestos especiales que en 2007 (51 millones), el triple que en 2014 (32 millones) o multiplicó por más de nueve lo obtenido en 2015, con solo 13 millones.

IRNR. El Impuesto sobre la Renta de No Residentes marcó cifras en Galicia el año pasado próximas a las de las tasas especiales, con un montante total de 113 millones de euros, un 23,5% más que los 95,7 millones obtenidos un año antes. Los ingresos del año pasado son los más altos de las estadísticas ofrecidas por la Agencia Tributaria, que se remontan a 2007, y suponen culminar una senda al alza que parte de 2009, cuando esta figura tributaria aportaba solo 43 millones a las arcas públicas en la comunidad gallega.

IVA. El impuesto que grava el consumo es el segundo más importante en la recaudación fiscal en Galicia. El año pasado Hacienda obtuvo 2.271 millones por esta figura tributaria en la autonomía, levemente por debajo de los 2.377 millones del ejercicio anterior. Sin embargo, es la segunda cifra más alta desde 2007 y no fue superior, en buena medida, como consecuencia en la entrada en vigor en julio del año pasado del nuevo sistema de suministro de información del IVA, que desplaza a 2018 algunos de los ingresos.

Tráfico exterior. Los gravámenes por la importación y exportación de mercancías dejaron en 2017 más de 99,6 millones de euros en las arcas de la Agencia Tributaria en Galicia, una cifra solo superada por los 100,5 millones logrados en 2015. La recaudación quedó cerca de batir un nuevo récord, en consonancia con los máximos de la exportación gallega, algo que podría ocurrir este año si la actividad comercial con el exterior sigue al alza.

Sociedades. El único tributo que en 2017 quedó muy por debajo de sus máximos de recaudación en Galicia fue el que grava los resultados empresariales -el tercero en importancia en la comunidad- con un total de 1.230 millones, una cifra inferior a los 1.297 millones de un año antes, a los 1.469 millones de 2015 o al récord absoluto, que se remonta al año de inicio de la estadística que ofrece la Agencia Tributaria, 2007, con más de 1.730 millones.