"Carril es un corredor de fondo porque sabe que para construir algo nuevo hay que trabajarlo. No es llegar y llenar, es hacer el trabajo que se hizo estos cuatro años". Con un guiño a la campaña del BNG coruñés, el portavoz nacional de la formación, Xavier Vence, presentó ayer el legado institucional y "a pie de calle" de los nacionalistas esta legislatura como el mejor aval para rascar voto entre los indecisos.

Ante un Paraninfo de la Universidad lleno, el Bloque desplegó como teselas de un mosaico todas aquellas reivindicaciones en las que participaron durante esta legislatura. La lucha contra el aborto, contra los desahucios en San Vicente de Elviña o de Aurelia Rey o las movilizaciones de los emigrantes retornados conformaron parte de un balance en el que Xosé Manuel Carril, el candidato a la Alcaldía, ha dejado su impronta. "En todas las luchas ha estado él", dijo Vence.

Tras una actuación de música tradicional y una entrada ovacionada de los miembros de la candidatura, con Carril a la cabeza, abrieron el turno de intervención Avia Veira y Anxo Sánchez, dos "ejemplares" de esa juventud gallega "en peligro de extinción", que ocupan los puestos cuatro y cinco de la lista. Fueron ellos quienes, entre aplausos, invitaron a subir al escenario junto al resto de integrantes a Cheikh Faye y Djiby Fall, los dos senegaleses a quienes la Junta Electoral prohibió presentarse en la lista por no cumplir los requisitos de nacionalidad.

Tras la lectura, de mano de Pilar Santiago, vecina de San Vicente de Elviña, del manifiesto de apoyo al BNG-Asembleas Abertas suscrito por más de 200 vecinos sin afiliación partidaria, la número dos de la candidatura, María Xosé Bravo, reivindicó "la ciudad de los barrios" frente a una urbe "aséptica y fría" y lanzó algunas de las propuestas del programa del Bloque, como aprobar una ordenanza para impulsar el uso del gallego o ampliar las plazas de las escuelas infantiles.

Con la ría coruñesa como tapiz de fondo, Xavier Vence tomó la palabra para pedir a quien todavía no ha decidido su voto "refrescar la memoria" y comparar la acción de los nacionalistas que ocuparon responsabilidades de Gobierno la pasada legislatura y estos años de oposición con la del PP.

El portavoz nacional izó también la bandera de Pontevedra, ciudad emblema del Bloque desde hace años, para reivindicar su papel de "proyecto serio y fiable" frente a "conglomerados puntuales", en alusión a las Mareas. "Somos un proyecto de país", recalcó, antes de adardear también al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, por sus declaraciones sobre la existencia de "demasiadas universidades". "Seguro que no quiere cerrar la Complutense. Muy rápido llega la decepción y la frustración", afirmó.

Tras Vence, tomó el testigo de la palabra Carril, una persona "sólida, honesta y un bocado de pan", como lo definió su portavoz nacional. El cabeza de cartel, rama de toxo en alto, pidió traducir el "apoyo crítico" de los firmantes del manifiesto a favor del BNG-Asembleas Abertas en "compromiso de seguir al lado del que padece" y del que no tiene "ni techo, ni bienestar".

Carril dibujó una sociedad divergente, donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres y donde los corruptos salen impunes y quienes "luchan contra la injusticia" son aporreados y multados. "Somos hijos de una planta que se llama nacionalismo gallego, donde lo social y lo nacional no es separable. Hablamos claro y preferimos el castigo en las urnas a mantenernos callados", aseguró.

El aspirante nacionalista definió las más de 1.200 propuestas de su programa como un "cacho de pan" para un pueblo "sin miedo pero con hambre" y apeló a la soberanía como única vía para conquistar una reclamación de moda: "pan, techo y trabajo".