Forma parte del ADN del PSOE, tanto que lo lleva en el nombre: Partido Socialista Obrero Español. En el primer día de campaña haciendo honor al partido que lidera, Xosé Ramón Gómez Besteiro buscó el voto de los supuestamente suyos, los obreros, y así se reunió, primero, con el comité de empresa de Alcoa, en Lugo, y después con el comité de empresa de Navantia en Ferrol.

A los primeros les prometió que si los socialistas vuelven a Moncloa defenderá un marco energético común de la UE para combatir "las amenazas permanentes de cierre de factorías que no compiten en igualdad de condiciones con las del resto de Europa". A los del sector naval, les prometió "un plan para reindustrializar Galicia" y apostó por "un sector naval fuerte y competitivo". "Tenemos que dejar atrás las promesas incumplidas por el PP, muchas de ellas en campaña electoral", afirmó el secretario xeral de los socialistas gallegos.

Besteiro cerró la primera jornada de campaña en Melide con un mitin en el que se dirigió a otro colectivo, también cercano al PSOE, y con el que compite directamente con el PP: los pensionistas. El dirigente socialista advirtió de que "si Rajoy sigue en el Gobierno, la hucha de las pensiones desaparecerá en 2018". Besteiro lanzaba este mensaje después de que esta semana trascendiese que el Gobierno dispondrá de otros 7.750 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extraordinaria de diciembre a los pensionistas.

"A los socialistas no nos preocupa la cocina del CIS, nos preocupa la despensa de las pensiones", apuntó Besteiro, en alusión además al sondeo hecho público el día antes, y en el que el PSOE no sale muy bien parado, pues Ciudadanos se le acerca peligrosamente. Además en Galicia, el CIS apunta que puede mantener el número de escaños, pero la amenaza sería En Marea, con quien se disputaría el liderazgo de la oposición en la comunidad.

Besteiro acusó al PP de "dilapidar en 4 años la mitad del fondo que dejamos ahorrados los socialistas", pese a que presumen de ser "buenos gestores.