La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas anunció ayer la adjudicación del contrato para la elaboración del proyecto del trazado y construcción del último tramo de la Vía Ártabra, que discurre por el municipio de Cambre desde la N-VI hasta la autovía A-6.

El contrato suponen una inversión de 544.204 euros y su plazo de ejecución está fijado en cuatro meses.

Las decisiones del Gobierno gallego con respecto a este último tramo suscitan mucha curiosidad en el Ayuntamiento de Cambre, ya que la Corporación local, de forma unánime, presentó ante Medio Ambiente un recurso de reposición contra la propuesta de trazado y el estudio de impacto ambiental de la Vía Ártabra, al considerar que incumplen el ordenamiento jurídico.

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El Gobierno gallego tendrá en cuenta la opinión de vecinos y Concello para el diseño del trazado y la elección del tipo de vía

Junto al anuncio de la contratación, la consellería garantizó ayer que consensuará con los vecinos y la Corporación municipal el diseño y el tipo de vía con el objetivo de minimizar las afecciones. Sin embargo, no aporta información detallada sobre las objeciones presentadas por el Concello al proyecto.

El anterior gobierno autonómico desoyó las alegaciones a la aprobación provisional del proyecto realizadas en junio de 2008 por el Ayuntamiento y, días antes de abandonar el gobierno, la Dirección Xeral de Calidad y Avaliación Ambiental dio luz verde a este último trayecto.

La Xunta mantenía así el área de peaje prevista en la autopista AP-9 en dirección A Coruña a la altura de Cuatro Caminos, en la parroquia de Pravio. Esta fue una de las razones que motivaron el recurso, ya que la actuación afectará a un área húmeda que disfruta de protección especial.

Además, el Ayuntamiento de Cambre sostiene que la imposición de un peaje conllevará la disminución de la circulación de vehículos por la autopista con la consecuente sobrecarga del resto del viario. De hecho, en el Plan Sectorial de Red Viaria aprobado en 2001 se recogía la supresión del peaje para permitir la libre circulación entre el Cambre y A Coruña.

Advierte también que en el Estudio de Impacto Ambiental se incluye como vertedero para excedentes de obra el castro da Xoxa.

Por último, reclaman que no se construya una autovía, sino una carretera convencional o una vía rápida, en la que los vehículos deban circular entre 80 y 100 kilómetros por hora. Gobierno y oposición sostienen que, de no respetarse este punto, se incumplirá el Plan Sectorial de Red Viaria de 2001.