Un concesionario de vehículos de segunda mano, una tienda de artículos de ocasión, un taller de reparación y venta de neumáticos, un establecimiento de electrodomésticos.... Y hasta el depósito municipal de grúa. Son algunos de los negocios de Arteixo sobre los que se cierne la amenaza del derribo por infringir la normativa urbanística.

"Es como vivir con la soga al cuello", lamenta uno de los afectados, que regenta su negocio en una de las naves ilegalizadas de Galán, complejo que, junto al polígono de Suevos, se encuentra en el punto de mira de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística.

En los últimos tres meses, el cerco se ha estrechado sobre los dos complejos, construidos al amparo de una licencia municipal que fue anulada por infringir la normativa urbanística. Primero fue el turno del polígono de Suevos, un complejo industrial que ocupa los terrenos del antiguo matadero de Mafriesa en el que desarrollan su actividad unas quince compañías. El pasado diciembre el Tribunal Supremo ratificó la orden de derribo de las obras ejecutadas en 2003 por vulnerar la ley de costas. La sentencia es firme.

Solo un mes después, la Xunta hizo pública una resolución en la que ordenaba el derrumbe de las naves de Galán, asentadas sobre suelo rústico y, que al igual que las de Suevos, no disponían de los preceptivos permisos autonómicos. A día de hoy, sólo cuatro naves acogen negocios, las otras dos ofertan con carteles su venta o alquiler.

Los afectados agotan todas las vías y el Concello de Arteixo apura las gestiones. Los primeros solicitan indemnizaciones y los segundos "que se depuren responsabilidades políticas".