Dos años después de la sentencia firme del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), un vecino de Dexo ha iniciado por fin el derribo de dos viviendas que construyó sin licencia urbanística en la avenida Jiménez Herrero. El pasado lunes el propietario empezó a retirar la cubierta de una de las dos viviendas ilegales que construyó. Esta actuación se produjo después de que la abogada del vecino denunciante exigiese al Ayuntamiento de Oleiros, hace unas semanas, la ejecución subsidiaria de la orden de demolición con la advertencia de que, si no la cumplía, actuaría judicialmente contra el Concello por "pasividad y retraso injustificado".

El propio Concello emitió dos resoluciones en 2010 en las que ratificaba que había que demoler estas construcciones ilegales tras la sentencia firme, pero pasaron los meses sin que actuase por lo que la abogada del denunciante reclamó de nuevo la ejecución de la sentencia mediante un escrito presentado hace tres semanas.

El vecino afectado, tras ser advertido por el Concello, decidió realizar él mismo la ejecución de la sentencia en lugar de que lo hiciese el Ayuntamiento (lo que le supondría un coste mayor), y después de comprobar que ya no tenía más recursos.

La demolición de estas casas supondrá la conclusión de un proceso judicial iniciado hace seis años cuando un vecino denunció a otro por la construcción de casas sin licencia. El Concello paralizó las obras y le sancionó con 20.000 euros, además de ordenar la demolición por carecer de licencia. El afectado acudió a la vía judicial y tras perder el pleito fue recurriendo por lo que la demolición se demoró.

Este afectado por la demolición también acaba de perder un pleito: reclamó una indemnización de más de mil euros al vecino colindante porque le acusó de causar daños en su vivienda por la filtración de agua de lluvia que llegaba de su finca, en la que no tenía un sistema de recogida de pluviales.

La Audiencia Provincial, en una sentencia del mes pasado, acaba de rechazar su derecho a indemnización al señalar que el vecino no tenía obligación de recoger las aguas pluviales al ser terreno rústico; y además el problema lo tenía la casa afectada por sus defectos de construcción pues era primitivamente "una cuadra para ganado".

La Audiencia también rechazó su petición de lucro cesante por la renta que quedó de percibir desde 2006 al no poder alquilar esta casa por las filtraciones.