Un grupo de coruñeses acaba de visitar la ganadería de El Torreón (Cáceres), propiedad del maestro colombiano César Rincón, en la que pasa el resto de sus días, feliz entre las vacas Tontillo, toro indultado por el diestro Luis Bolívar durante las Fiestas de María Pita de La Coruña. El regreso de Tontillo a los corrales, transcurrió sin incidencias. No le sucedió lo mismo a Belador, al que perdonó la vida Ortega Cano en Madrid, y al que hubo que echarle un perro alano, ante la torpeza de los cabestros. Más suerte tuvo José Tomás, con Idílico, en Barcelona, que lo sacó del ruedo a muletazos. La tradición taurina de Galicia, viene de muy antiguo. En La Coruña, el desaparecido coso, regentado por González Vera, ofreció carteles de primerísimo orden, carteles que hoy ofrece Pontevedra, durante las fiestas de la Peregrina, con apoyo municipal, cuyo alcalde, el nacionalista Lores, es bien ajeno a las pintorescas". Fueron puntuales las corridas en Noya, en la festividad de San Marcos, coincidentes con las de Aguascalientes (México), y exóticas las del Castiñeiriño compostelano, por las que aparecía el popular Emiliano de Verín. La crónica no registra ninguna mujer-torero gallega, aunque nos dice, que las hijas del Conde de Ribadavia, practicaban el arte de Cúchares en sus haciendas castellanas. Ahora ha surgido rutilante un nuevo ídolo taurino, Iván Fandiño Barros; su filiación lo delata. Tres orejas en Las Ventas madrileña y titulares de la crítica como los que siguen La verdad de la fiesta, Lección de toreo total. Iván nació en Urduña-Orduña, pueblo vasco, montañés, donde los nativos defienden su idioma de sílex. Sus padres son de Oza de los Ríos y de Figueroa (Abegondo). Su afición le viene de la proximidad de Bilbao, San Sebastián, Pamplona, plazas de raigambre taurina, amables, con buena mano para cantar, y con la gastronomía como diálogo. Aunque sus deportes preferidos son el fútbol, la pelota, las traineras o el corte de troncos, cuando se trata de reflejarlos en la pintura, no hay quien los aparte del tío con el remo al hombro. Los toros en el Norte de España son un ritual, cuyo preliminar es la marcha sobre la plaza, munidos del bocata y de la bota, acompañados del pasodoble municipal. A estas manifestaciones populares, los cursis les llaman "olas de energía ciudadana".

Otrosidigo

Una coruñesa de adopción, que se nos hurta, es Mariana Prjevalskaya, rusa, con casa en nuestra ciudad, desde 1992, dónde su padre es violinista de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Con 28 años ya ha sido profesora de Yale, abanderada del 150 aniversario de Chopin, 30 grandes premios internacionales como pianista, entre ellos el de la Fundación Kosciuzko. Confiemos en que los nuevos rectores de la cultura municipal la rescaten del anonimato local.