La educación hace al pueblo fácil de dirigir,

pero difícil de manipular, fácil de gobernar,

pero imposible de esclavizar.

(Maquiavelo)

Hace unos días en una cena algo protocolaria, comensales de una de las mesas resolvieron a la hora de los postres remover viejos conocimientos del catecismo escolar católico usado como prueba llave para acceder a los 9 años al bachillerato. Evidentemente los más jóvenes ignoraban preguntas y respuestas -incluso el significado de algunos de los conceptos mentados- y aún en los más maduros hubo lagunas imperdonables a la hora de recitar viejos listados, sobre todo teniendo en cuenta la pericia didáctica de los viejos adoctrinadores.

Entre las lagunas más destacadas triunfó en la noche la de la lista de los pecados capitales y las correspondientes vacunas-virtudes; al final y con la ayuda de algún móvil conectado a internet, los buscadores nos sacaron de dudas para completar ambas listas. Vinieron luego las risas y las aplicaciones prácticas ¿quién es el más pecador?¿quién el más virtuoso? Como no era cosa de que la noche acabara mal, se buscó mártir fuera del escenario y hete aquí que el conselleiro de Educación y su presidente estaban en boca y mente de los presentes por el anuncio de recortes en el servicio público educativo.

Empezó el examen de conciencia con la IRA, ahí sí que nos declaramos culpables, el cabreo y la indignación con la administración que incumple acuerdos que mejoraron la enseñan a pública desde 2007 modificando el número de horas de dedicación del profesorado para actividades que repercutían claramente en beneficio del alumnado; todo deja poco espacio para la PACIENCIA. Sin suda el demonio Amón, el marqués del infierno y sus cuarenta legiones nos poseían. Pero la SOBERBIA es otra cosa, esa sí que la tienen, esa pequeña diferencia de votos en las elecciones autonómicas y la prepotencia con la que se usa la mayoría es, sin duda, símbolo de falta de HUMILDAD, que sí, que se puede tener la razón, pero que se puede convencer en vez de vencer, que se puede dialogar; pero con ese ombligo tan sobredimensionado es imposible, de continuo se lo observan con deleite. No en vano dicen que Lucifer es el demonio que les inspira. La GULA y la AVARICIA les subyugan, lo quieren todo y lo quieren ya, les haga falta o no, representan lo privado, los negocios rentables y a corto plazo, para los menos favorecidos siempre quedará esa especie de beneficencia en la quieren convertir la escuela pública, mientras favorecen los intereses de las patronales del sector, Belcebú y Mammón les tientan a pecar sin que les queden fuerzas para la TEMPLANZA Y GENEROSIDAD, para hablar con padres y profesores.

La LUJURIA y la PEREZA son sin duda pecados del ámbito privado, pero yo creo que en este caso sí tienen un componente público y me explico; lo que se dice vagos no son, entran a saco, pasan el rodillo, caiga quien caiga y desprecian cualquier tipo de pacto o acuerdo, es decir, para eso sí son perezosos, les cuesta sentarse y reflexionar, para hablar de cómo se organizan los tiempos escolares, de cuántos profesionales y con qué perfil se precisan.

Por otra parte, el lujurioso no busca la relación natural, civilizada, respetuosa, busca el dominio, el placer egoísta y yo no veo CASTIDAD política en estos populares gobernantes, veo onanismo.

La ENVIDIA lleva a la mentira compulsiva, lleva ala difamación, al desprestigio del antagonista, a la degradación moral por antonomasia, lleva a decir que sus empleados, los profesores, son una panda de vagos y maleantes, aunque estén sacando adelante un sistema público educativo sin ayuda de nadie y menos de sus gobernantes populares.

Para terminar también con Maquiavelo, recordemos aquello de "Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento".

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