De todos es conocida la afición a disfrazarse del Sr. Ruiz-Mateos, pero su mejor disfraz es el de la laboriosa abeja, con la que encandiló a numerosos inversores, que pusieron su dinero, unos 140 millones de euros y confianza en él. Lo que no se imaginaban esos incautos, es que al socaire de esa abeja se escondía un auténtico cuervo. Un pájaro muy inteligente, oportunista, con una asombrosa capacidad para adaptarse a cualquier hábitat, por lo que se ha ganado la reputación de "plaga". El cuervo es capaz de influir en otros animales para que trabajen en beneficio de este, tal y como ha actuado el presidente de Rumasa durante muchos años.

Haciendo un poco de historia, José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, marqués de Olivara, por línea materna pertenece al señorío del antiguo Solar de Tejada, otorgado como premio, por el rey Ramiro I, a don Sancho Fernández de Tejada, General de la Batalla de Clavijo y a sus 13 hijos, en el año 844. El único señorío que sobrevivió desde el siglo IX hasta nuestros días. El señor Ruiz-Mateos fue el fundador y presidente del mayor holding de España, que abarcaba unas 232 sociedades, que operaban en diversos ámbitos: banca, alimentación, hostelería, industria vinícola, tiendas de lujo, grandes almacenes... cuyo emblema, de todos conocido, era una abeja dentro de una celda de panal. Poseía un volumen económico de más de 200.000 millones de las antiguas pesetas (más 1.202 millones de euros), entre bienes propios y recursos ajenos, que tuvo su primera andadura en el año 1961, junto a sus hermanos, como un negocio familiar de vinos en la región andaluza, con un efectivo de 300.000 pesetas (1.803,04 euros) y siete empleados.

Las irregularidades del holding Rumasa comenzaron en los años 70, cuando el entonces Ministerio de Comercio procedió a incoar expedientes por supuestas irregularidades en materia de disciplina de mercado. La sanción impuesta a dichas empresas ascendió a 161 millones de pesetas (unos 967.000,00 euros). El señor Ruiz-Mateos, por aquel entonces, explicaba así aquel asunto: "Las divisas, producto de exportaciones de vino a Holanda y República Federal de Alemania, fueron ingresadas en su totalidad a lo largo de 1975, 1976 y 1977, inmediatamente después de haber sido reembolsadas por los compradores extranjeros. Hay que tener en cuenta que las exportaciones se produjeron a finales de 1974, en fechas de grave crisis económica europea. Por esas circunstancias, los compradores demoraron el pago y esta fue la razón de que los reembolsos de divisas sufrieran cierto retraso, aunque es importante subrayar que se efectuaron en su totalidad y antes de que el Consejo de Ministros impusiera a Palomino&Vergara y Zoilo Ruiz-Mateos estas sanciones". Respecto a la insólita rapidez con la que subió el negocio familiar y a la solidez del mismo, decía que "...precisamente el mejor seguro de mis empresas es su diversificación. Es decir, no concentrarlo todo en una misma actividad". También aseguraba que: "...nunca he pensado en la posibilidad de ir a la quiebra, como vulgarmente se dice".

Quién iba a decir, por aquel entonces, que el mayor holding de España, sería expropiado en el año 1983, por el Gobierno Español, siendo ministro de Hacienda, Miguel Boyer. Se consideraba que Rumasa estaba en bancarrota. Los motivos de la expropiación fueron diversos, entre ellos: La deuda que mantenía el grupo con la TGSS de casi 65 millones de euros y con la Hacienda Pública de unos 116 millones de euros, por diversos conceptos. El Sr. Boyer en el año 1997 afirmó que: "La expropiación de Rumasa no fue una medida sancionadora o punitiva contra Ruiz-Mateos, por unos presuntos delitos que hubieran correspondido a los tribunales, fue una medida de política económica, con que se quiso evitar la crisis total de un grupo en quiebra, que, en las difíciles circunstancias de 1983, nos pareció que podría tener unas consecuencias muy graves".

La inquina de Ruiz-Mateos contra el Sr. Boyer, fue famosa, sobre todo su frase: "Boyer ¡que te pego, leche!" o "Malvado" en mayo de 1989, o sus extravagancias, como su disfraz de Supermán, o sus apariciones en actos públicos por toda España, estando en busca y captura. Todo un showman.

Después de pasar una temporada en la cárcel, volvió a la vida pública. Se convierte en el propietario del equipo de fútbol Rayo Vallecano, en 1991, poniendo al frente, como presidenta, a su mujer. Creó un partido político llamado Agrupación Ruiz-Mateos y fundó la Nueva Rumasa, con 16 mil empleados.

Como ocurrió hace 28 años, la Nueva Rumasa no fue más que un bluff. Ruiz-Mateos y sus 6 hijos varones, se acogieron a la Ley Concursal, según ellos, para salvaguardar los intereses de sus clientes, trabajadores y proveedores. Decían que les pagarían tanto el capital como sus intereses, en una comparecencia pública con lágrimas en los ojos. A pesar de las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los inversiones adquirieron pagarés o acciones de empresas de Nueva Rumasa. Hoy se sienten engañados. El dinero que captó de los inversores, lo usó para emprender una huida hacia adelante. El grupo hizo grandes inversiones antes de la crisis financiera y los bancos y cajas de ahorros les cerraron el "grifo", por sus impagos. Debían a la banca unos 76 millones de euros. Tenían deudas con la TGSS y no les pagaban a sus empleados, proveedores.... Por diversas sentencias judiciales, les embargaron bienes.

Ruiz-Mateos, cual Ícaro, voló demasiado alto, el calor del sol derritió la cera de sus alas y se estrelló. Es un hombre acabado, que pretende burlar la ley, pero sus excentricidades y comentarios, ya no convencen a nadie.