The Daily Telegraph apuntaba la preocupación existente en la diplomacia estadounidense ante la posibilidad de que el Reino Unido abandone la UE. Aunque el primer ministro británico, David Cameron, ya ha afirmado que no se imagina a su país fuera de Europa, altos cargos de la secretaría de Estado de EEUU insistían en la necesidad de que Gran Bretaña siguiera en la UE, como enlace norteamericano para influir en el Viejo Continente (especialmente, en materias como la política exterior y el libre comercio).