Les garantizo que la semana pasada cuando hablaba de delincuencia económica, no tenía yo más información que la que comentaba y se refería a los chanchullos de las privatizaciones sanitarias que asolaban los hospitales madrileños.

Personalmente estos últimos días fueron muy aislados por problemas laborales y el seguimiento de la actualidad muy somero, apenas lectura de titulares y virginidad absoluta en las opiniones, es decir, que casi vuelve uno del túnel del tiempo de cinco o seis días de inmersión y en plena descompresión se le revientan en la cara toneladas de noticias imposibles de asimilar y con dificultad para comentarles mis impresiones.

Es cierto que podría solucionar la papeleta con el argumento más manido, todos son iguales, qué más da Urdangarín que Bárcenas, que el otro o el de la moto; a estas horas lo que sobresale en los comentarios son los sobres de sobresueldos en los que aparecen pringados desde Rajoy hasta la última mona. Ahora dice que no le va a temblar la mano para perseguir a los culpables ¡será hipócrita! ¿Es que tiene acciones de fábricas de piruletas y quiere que suban a toda costa, dándolas a chupar?

Pasamos la semana de la crisis de la monarquía, pasamos la semana de pasión del Durán el de CiU, con 18 años de retraso y para nada.

Pasamos la semana de la saga de los Pujol y las novias delatoras, también Suiza por el medio y con bolsas de plástico (¿eran ellos, no?).

Permítanme un descanso de distensión, les cuento, se puede mal circular por una de las orillas del Guadalquivir, desde Sevilla hasta su desembocadura allá por Doñana o Sanlúcar, lo que popularmente ahora se llama la carretera de plástico, (podrá oírlo como prático, práztico, prahtico?). Si usted pregunta por qué se le llama así seguramente le dirán que abundan los invernaderos para tomates, calabacines? que florecieron de unos años para aquí. Pero si usted pregunta a los que de verdad saben, le dirán que aquella fue siempre la carretera del práctico, es decir por la que bajaba el práctico del puerto de Sevilla, para recoger y dirigir las maniobras de los grandes buques de carga que siguen llegando a este puerto andaluz.

¡Vaya tela con la semántica! Con lo práctico que es el plástico, ¿para qué algunos se complicarán la vida traspapelando el papel moneda de formas sofisticadas si desde que la tonadillera y el alcalde caradura los pusieron de moda en público.

Ahora resulta que la amnistía fiscal tenía como destinatario al siniestro y misterioso LB, ese que dicen se llama Luis Bárcenas, maestro de untamientos, yuntamientos y coyundas varias con el único fin de que las cuentas de sus siglas florecieran más que el sol.

Ahora parece que Rajoy quiere repartir dividendos negativos, quiere que el déficit democrático se reparta a escote, que para eso son los dos con posibles para gobernarnos. No sé si cuando lean esto habrán llegado a acuerdos, pero lo mejor sería que no nos enteráramos de su contenido, nos llevaría a vaciar las estanterías de los supermercados de bolsas de basura plásticas y a guardar en ellas nuestros recibos de hipotecas, alquileres, luz, agua, gas, para tratar de dar el cambiazo del plástico por lo práctico, como la carretera del puerto, no la de Sevilla; por supuesto quiero decir, por la que va a Suiza.