Lo confirman los íntimos. Las apariencias engañan. Besteiro no tiene un pelo de ingenuo. Es de los que las ve venir. Aunque relativamente joven, lleva demasiados años en política como para caer en trampas de cazar elefantes. Su experiencia en cargos públicos y orgánicos, en un partido en permanente ebullición como es el Pesedegá, le basta y le sobra para ser capaz de intuir las maniobras de sus enemigos internos y en especial de aquellas personas a las que dio su confianza, porque no tenía alternativa, a sabiendas de que nunca le serían del todo leales (probablemente ni a él ni a ningún otro que ocupase su lugar). A esos, en especial, los ve venir de lejos.

Poner en circulación la idea de que intentaría por segunda vez ser designado senador por la comunidad autónoma es una vuelta de tuerca más en la estrategia de desgaste desplegada por quienes, por diferentes razones, quieren acelerar al máximo la caída -que consideran irreversible- del expresidente de la Diputación de Lugo. Se trata de que quede descartado cuanto antes como candidato a la Xunta, porque a algunos de ellos les urge abrir el melón de las primarias en su provecho. Lo de apartarlo de la secretaría general del partido, bien mirado, no corre tanta prisa y, además, no les resultaría tan fácil si es que se lo propusieran. Eso puede esperar y tal vez sea algo que acabe cayendo por su propio peso.

Que Pachi Vázquez levantara la liebre de la candidatura fantasma de Besteiro, si es que fue él, no debería sorprender a casi nadie. Menos todavía tras sus últimas irrupciones mediáticas metiendo cizaña contra don José Ramón y sus intereses en entrevistas y en las redes sociales. Lo que probablemente pretende Pachi es seguir sembrando la discordia, sobre todo en el seno del clan de Lugo. Se trata de que siga perdiendo apoyos entre aquellos que un día lo auparon al liderazgo del socialismo gallego, que pueden sentirse desairados o traicionados, y que en cualquier resultaron damnificados por sus decisiones.

Besteiro no será en ningún caso el candidato para el puesto de senador autonómico que a día de hoy le corresponde al PSOE. No está tomada ninguna decisión en firme, ni corre tampoco demasiada prisa. En la sede de la dirección regional todavía están dándole vueltas al asunto. Según parece, tienen sobre la mesa varios nombres, tanto de hombres como de mujeres, todos, gente de primera fila y con currículum y sobrados méritos. Dicen que el secretario general se está planteando muy en serio dar un gran golpe de efecto, que dejaría boquiabierto a alguno de sus más severos críticos. Vamos, que el tiro de las diatribas que ese personaje viene lanzando contra don José Ramón le podría salir por la culata. Y hacerle mucho daño, en clave interna.

Es posible que Besteiro se esté planteando hacer un gesto que lo reconcilie -a él y a Ferraz- con el aparato del Pesedegá en Ourense, que tan mal encajó el cambiazo en las candidaturas socialistas de aquella provincia para el 20-D. La gran agraviada fue Laura Seara. Siendo quien era, peón de lujo del pachismo y habiendo ocupado cargos relevantes en el Gobierno central y escaño tanto en Madrid como en Santiago, se quedó fuera de las listas. Lo mucho que se prodiga y la ya casi nula contestación con que reciben a don José Ramón estos últimos días en tierras ourensanas puede dar pistas. También habrá que estar atentos a lo que diga o deje de decir Pachi...