Planteo declarar el 3 abril día local de la ignominia. En La Coruña por descontado, pero también puede ser fecha infamante con alcance provincial y nacional si se tercia. Solo hay que proponérselo y airearlo entre los miles de conductores que han sido multados por las cámaras de la Marina. Recordemos que acabadas las obras de los túneles, patrullas de municipales situados en las inmediaciones de los accesos advertían durante meses que el paso por la Marina solo estaba permitido al transporte público. A partir del 3 de abril de 2017, sin presencia policial, unas cámaras se encargaron de multar a los que por allí pasaban indebidamente. Al cabo de los primeros 76 días de su implantación, este diario informó de que el sistema había tramitado 11.796 sanciones, a razón de unas 155 multas diarias, la mayoría con nocturnidad porque las cámaras no duermen. ¿Cuántos vecinos de otros ayuntamientos habituados a pasar por allí para ir a la Ciudad Vieja, al hospital Abente y Lago, o al Rectorado han sido multados? ¿Cuántos turistas y visitantes han caído en el lazo? Que la señalización es insuficiente, y confusa a veces, lo prueba que hoy día siguen accediendo coches despistados, y continúa el chorreo de multas, y con ello las quejas. Esto exige un arreglo.